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A manera de cabañuelas 2023

Que sea propicia la ocasión para rememorar los versos de ‘Cabañuelas’, del maestro Roberto Calderón, que grabaron los Hermanos Zuleta en el disco que titularon ‘Por ella’. 

Y digo que sea propicia porque la tradición ha llevado a presagiar los acontecimientos del año, de acuerdo con el comportamiento meteorológico que se presenta durante los primeros 24 días del mes de enero; por eso es que en el mismo sentido expresaré mi opinión a partir de lo que ha sido noticia en los primeros días. 

El 2023 será un año de convulsiones políticas y económicas con los trámites legislativos, la paz total, inflación, resultados de la reforma tributaria y elecciones regionales. 

De acuerdo con la Ley 152 el proyecto del plan de desarrollo debe ser presentado al Congreso dentro de los seis primeros meses del período de gobierno que vencen el 6 de febrero, y es por eso que debe ser llamado a sesiones extraordinarias para que inicie la discusión, y posterior aprobación antes del 6 de mayo cuando se vence el plazo de los nueve primeros meses del período de gobierno, o de lo contrario el gobierno lo tiene que adoptar por decreto, que es lo más probable. 

El trámite del plan de desarrollo no será pacífico porque, conforme lo ha planteado el gobierno, incluirá temas de mucha polémica. 

Lo que se sabe es que también se aprovecharán las sesiones extraordinarias para empezar los trámites de las reformas al sistema de salud, reforma laboral y pensiones, además de la adición presupuestal por el mayor recaudo que se prevé con la reforma tributaria aprobada el año pasado. 

Hay expectativa con el reinicio de las negociaciones con el ELN a partir del 23 de enero en México o Caracas, las cuales tampoco comenzarán de manera pacífica por el escándalo creado con la expedición de unos decretos relacionados con acuerdos de cese al fuego bilateral con cinco grupos criminales que luego el mismo ELN desmintió. Todos queremos que la paz total sea un hecho, pero el gobierno va a tener que ponerle más prudencia a sus anuncios, y menos ansiedad para que las cosas salgan bien. 

En lo económico el año empezó convulsionado por los resultados de la inflación del año anterior, lo cual tiene efecto en los precios y todos esperamos que el gobierno tome las decisiones necesarias para controlar la carestía. Esperamos los resultados de la reforma tributaria en el sentido de que no vaya a afectar el empleo ni el costo de los productos y servicios. 

También será un año electoral porque habrá que elegir gobernadores, diputados, alcaldes y concejales. 

En tal sentido no hay que ser experto para suponer que el Pacto Histórico va a querer consolidar en los territorios el triunfo que obtuvo en la presidencia y el Congreso de la República, a su vez que los demás partidos tienen el deber moral y político de recuperar el poder que han perdido, pero solo podrán lograrlo con candidatos idóneos sin entrar en coaliciones para evadir responsabilidades. ¡Sean serios! 

Por otra parte, mis paisanos guajiros deben ser conscientes de la responsabilidad que tienen para elegir al próximo gobernador, sin olvidar los antecedentes judiciales que ha tenido que padecer la administración departamental en los últimos treinta años, con las visibles consecuencias en la gente que nunca les resuelven los problemas, ni se lleva a cabo ningún proyecto para mejorar las condiciones de vida, teniendo el departamento todas las necesidades sin resolver. 

En La Guajira no se puede elegir otro gobernador que al año siguiente tenga que renunciar para atender procesos judiciales, o que lo destituyan por causa de alguna investigación disciplinaria, o penal, o que le anulen la elección por alguna irresponsabilidad. 

El próximo gobernador debe tener la suficiente solvencia moral que no quepa el mínimo indicio de corrupción o enriquecimiento ilícito. En tal sentido lo deben estar pensando los candidatos para postularse y no causarle más daños al departamento y a la gente. Y como dijo el filósofo de La Junta: Se las dejo ahí... @LColmenaresR

Por Luís Alonso Colmenares Rodríguez 

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