Por: Indalecio Dangond Baquero
Los cesarenses eligieron a dos profesionales con una conducta intachable y buenas intenciones de volver atractivo este departamento y su capital Valledupar. Esta es una responsabilidad muy alta que exige tomar decisiones de una manera inteligente y organizada, y sobre todo, con buenas herramientas y coraje para poder romper las prácticas inadecuadas de las pasadas administraciones, cuyas consecuencias fueron notificadas la semana pasada por la Procuraduría General de la Nación.
Estuve leyendo las entrevistas que concedieron a este medio Luis alberto y Fredy después de sus triunfos. En realidad quedé muy preocupado por las irrisorias propuestas de políticas de desarrollo que van a implementar para permitir un mejor bienestar del millón de cesarenses. Y cuando hablo de mejor bienestar, me estoy refiriendo a nuevas oportunidades de empleo digno y sostenible, mayores ingresos, igualdad de oportunidades para acceder a recursos, servicios de educación, salud, vivienda y servicios públicos, entre otros.
Uno no puede salir a decir recién elegido, que su mayor reto como gobernador es “luchar contra la corrupción y poner en cintura a las EPS”. No, Luis Alberto, para ello, se hubiera hecho nombrar en la procuraduría o en la superintendencia de salud. Mi dúctil consejo es que primero limpie la casa por dentro. No vaya a recibir los convenios y contratos en curso -sobre todo los de las secretarias de agricultura e infraestructura- sin el acompañamiento y el visto bueno de la Procuraduría y la Contraloría General de la Republica. De lo contrario puede correr el riesgo de una suspensión disciplinaria, un juicio fiscal y un carcelazo en la picota de Bogotá.
Lo recomendable en el inicio de todo Gobierno, es dedicar los primeros meses a planificar y diseñar las estrategias de inversión de los distintos sectores. Haga un plan por ejemplo, de construir y mejorar en estos cuatro años 1.000 kilómetros de vías terciarias para los centros de mayor producción agropecuaria; construya un moderno Centro de Ferias y Eventos de Valledupar; gestione los recursos para la represa “los Besotes” – para garantizar el agua a los 500 mil habitantes de Valledupar-, rediseñe la promoción y construcción de la Zona Franca Agroindustrial y de Servicios Mineros de Bosconia, y lo más importante, construya una escuela de entrenamiento y capacitación técnica en minería, pyme y agroindustria, en asocio con el Sena y las compañías mineras.
No le tenga miedo a los grandes retos, lleve inversionistas a la región para desarrollar el triángulo turístico de Pueblo Bello/Nabusímake, Manaure y Patillal y la industrialización de la piscicultura en la ciénaga de la Zapatosa.
Diseñe un esquema de alianza con la Agencia Presidencial para la Prosperidad Social, con el fin de resolver el problema de retorno y ocupación productiva de los 120 mil desplazados que le dejó su antecesor. Si logramos vivir en una sociedad sin desempleo, habremos derrotado la corrupción y la violencia.
A nuestro apreciado Fredys, le recomiendo recuperar el orden y la seguridad de la ciudad, reduciendo el mototaxismo con otras alternativas de empleo a estas familias, acabar con la informalidad del comercio, incluyendo los 3856 puestos de fritos y ollas soperas que invaden las calles de Valledupar.
Construya un moderno centro de convenciones y el museo nacional de la música vallenata, agilice la puesta en marcha del sistema de transporte público articulado, y construya ciclo rutas por las avenidas.
Si ustedes logran ejecutar la mitad de estas propuestas, pasarán a la historia como los mejores gobernantes del departamento del Cesar.