El pasado 28 de diciembre, la Superintendencia de Servicios Públicos Domiciliarios publicó un informe de seguimiento sobre la Empresa de Servicios Públicos de Valledupar, Emdupar, durante el año 2022.
Además de las conclusiones financieras, la Superintendencia criticó el gobierno corporativo de Emdupar por la concentración de poder en cabeza del alcalde de Valledupar. No solamente del actual (Mello Castro), sino de la figura.
Cabe recordar que, con el 96%, la Alcaldía es el principal accionista de Emdupar y el alcalde el presidente de la junta directiva.
Por esa participación mayoritaria, es competencia del mandatario nombrar tanto al gerente general, como a los miembros de la Junta Directiva, y a la vez presidirla.
En ese contexto, explica la Superintendencia, surge un problema de agencia porque el propietario también tiene el control de los órganos de dirección. Juez y parte. Lo anterior, agregan, dificulta el buen gobierno.
En palabras sencillas, cuando el accionista mayoritario tiene el control de los directivos se afecta el buen gobierno, la independencia y la pluralidad. Por eso, dentro de los gobiernos corporativos se recomienda separar propietarios y directivos.
“CONTROL DE LA JUNTA”
En ese sentido, la Superintendencia advierte que la capacidad del alcalde para elegir gerente sin necesidad de consultar a la junta directiva, “representa una brecha entre la capacidad de acción del máximo órgano de dirección y la responsabilidad derivada de dicho nombramiento”.
Incluso, agrega que la falta de reglamentación de este proceso contribuye a que dicha junta directiva no pueda ejercer control sobre los resultados y la gestión de la empresa.
Por eso, recomiendan que la elección del gerente “debería ser un proceso reglado y con responsabilidad de la Junta directiva en su condición de máximo órgano de dirección”. Es decir, que la junta tenga voto y el poder no se concentre en el alcalde de turno, en este caso, Mello Castro.
Además de que la junta no tiene participación en la elección del gerente, según la Superintendencia, también preocupa el poder que tiene el alcalde del municipio, quien es presidente, para elegir a todos sus miembros.
“NO HAY CÓDIGO”
Continuando con el informe, la Superservicios explica que como empresa con capital público, Emdupar debe adoptar códigos de gobierno corporativo que “contengan reglas especiales para el desarrollo de las relaciones internas”, lo cual no se ha adoptado.
Asimismo, para evitar los constantes cambios y garantizar la continuidad de políticas, la entidad recomendó que los periodos de los miembros de la Junta Directiva pasen de 1 a 2 años. Y a su vez, se nombren personas independientes.
Al consultar con fuentes de Emdupar, EL PILÓN conoció que se está preparando una respuesta al informe de la Superintendencia.