X

A Fedescesar le falta voluntad política

El Fondo Educativo Departamental para la Educación Superior, Fedescesar, apareció hace seis años como un salvavidas para los estudiantes de universidades públicas con asiento en el Cesar, que se veían en aprietos para cubrir los gastos de la matrícula. Las becas de este fondo les permiten a los universitarios estrato uno, dos y tres obtener descuentos de 70%, 60% y 40%, respectivamente, del valor total de la matrícula. Sin embargo, hay que señalar que desde el anterior gobierno Departamental la beca se convirtió en una financiación condonable, lo cual ha exigido más a los estudiantes para mantener promedios más altos para no tener que retornar los recursos desembolsados.

Sin embargo, cada año se repite el problema de los cientos de estudiantes que no pueden matricularse pese a cumplir con los requisitos estipulados en la ordenanza 080 de 2013, de la Asamblea del Cesar, que le dio vida a esta estrategia de ingreso y permanencia a la educación superior.
Los principales problemas se presentan en la Universidad Popular del Cesar, la más grande del departamento, porque los recursos asignados para la institución no alcanzan para todos los solicitantes, alrededor de seis mil.

Este año a la UPC le asignaron alrededor de 4.500 millones de pesos, que son distribuidos en dos períodos académicos; en el primer semestre de 2019 la UPC ya aplicó el 50% del recurso de Fedescesar y todavía son interminables las filas de los estudiantes con matrícula pendiente porque a pesar de calificar con el promedio mínimo de 3.7, que establece la ordenanza, solo se pudieron beneficiar a unos tres mil estudiantes del nivel 1 de Sisbén, con promedio académico de 4.0 en adelante y algunos pocos de 3.9.

¿Cuál es la solución para que no pase lo mismo todos los semestres? Según los representantes de los estudiantes ante el Consejo Superior Universitario, la solución de fondo es que haya una adición presupuestal por parte de la Gobernación del Cesar, que permita ampliar la cobertura.
No se puede desconocer que la administración departamental ha invertido en la UPC, en las adecuaciones de la planta física de la sede Hurtado, pero ahí surge el dilema sobre qué se debe priorizar ¿Cemento o recurso humano?

Lamentablemente ha fracasado la iniciativa de que los otros municipios cesarenses que tienen estudiantes en la UPC se unan con recursos que permitan una bolsa común para Fedescesar, pero ninguno, a excepción de la capital, ha aportado.

En vigencias anteriores la Alcaldía de Valledupar ha ayudado a cubrir el déficit presupuestal de Fedescesar, pero solo luego de manifestaciones y protestas por parte de los universitarios. Este año los estudiantes no ha recurrido a las vías de hecho.

Señalamos que las inversiones en el sector educativo deberían estar entre las prioridades de los ordenadores del gasto, porque ciudadanos más capacitados pueden contribuir al desarrollo integral de la región.

La construcción y puesta en funcionamiento de la Universidad Nacional sede La Paz, demuestra que en materia de inversiones para la educación superior lo que se necesita es voluntad política.

Categories: Editorial Opinión
admin: