En estos días en que inicia el ambiente Festival no podemos dejar de advertir, antes de que se pase la oportunidad, que el presidente Duque, dentro del reciente anuncio del Plan de Impacto para los territorios de frontera con Venezuela, que contempla inversiones de más de $800 mil millones, con el fin de atender el grave desafío de la migración y los traumas del comercio y el empleo, ha excluido de manera especial al departamento del Cesar.
Y vamos al grano. Anuncia Duque un proyecto que crea la Zona Económica y Social Especial (ZESE), que inicialmente se ideó para Cúcuta se propone ampliarla a otras zonas de frontera. Para eso se aprovechará el articulado de la ley del Plan Nacional de Desarrollo que se tramita actualmente en el Congreso, con un plazo perentorio en estos días de mayo. Y eso será tan rápido que dijo al diario La Opinión de Cúcuta, al iniciar la semana de pasión, que entrarán a regir estas medidas “lo más pronto posible. Casi que salimos de aquí directamente con la regla y el cuaderno”.
Pero en el comunicado del Gobierno Nacional, en el que anuncia otras medidas para las zonas de frontera, en el caso de la ZESE se excluye al departamento del Cesar.
Las líneas especiales de créditos de Findeter, de Bancoldex, del Banco Agrario, y otras medidas orientadas a promover la inversión y el empleo, a ampliar los pagos tributarios a las empresas en zonas de frontera, comprenden al departamento; también en atención de salud y en fortalecimiento institucional se liberan de regalías al Cesar, $93.815 millones. El Plan incluye medidas específicas para Norte de Santander, para La Guajira, Arauca y Vichada. No para el Cesar. En ciertos aspectos es entendible ese manejo diferenciado.
“El proyecto ofrece beneficios a las nuevas empresas que se establezcan en la Zona Económica Especial, en la forma de tarifa de renta de 0% los primeros 5 años y 50% los siguientes 5 años, así como un beneficio extensible a aquellas que incrementen su nómina un 15%”, dijo el Gobierno. Las medidas del ZESE de Norte de Santander, y en particular de Cúcuta y su área metropolitana, se han “ampliado a La Guajira y Arauca”.
¿Por qué no al Cesar?
Algunos argumentos son claros: en la región se viven los efectos directos de la situación de Venezuela, el departamento es física y constitucionalmente una entidad territorial de frontera, ya el Gobierno Nacional ratificando tal carácter en las postrimerías del presidente Uribe había concedido a municipios de frontera de nuestro departamento la posibilidad de acogerse al régimen de Zonas Francas Especiales, en desarrollo del decreto de Emergencia Social # 2693 de julio de 2010, y no olvidamos que la Ley 677 de 2001 en ese mismo ámbito identificó a Valledupar como un municipio de frontera, para concederle junto a ciudades como Cúcuta, los beneficios de las Zonas Económicas Especiales de Exportación. Todas esas medidas en el pasado no se pudieron implementar, se quedaron en el papel, pero eso es harina de otro costal y para otra nota editorial. Por lo pronto, advertidos están nuestros congresistas y el gobernador Francisco Ovalle, al votar el Plan de Desarrollo porque ese boleto, señor presidente, por razones de justicia, también debe caer en este territorio al que ha manifestado su aprecio.