El pasado 13 de julio el Ministro de Ambiente, Gabriel Vallejo López, dio a conocer la Resolución 1628 para delimitar y declarar como zonas de protección y desarrollo de los recursos renovables y del medio ambiente, las selvas trasnacionales de Cumaribo, el Alto de Manacacias, la Serranía de San Lucas, la Serranía del Perijá, las sabanas y humedales y de Arauca y los bosques secos del Patia.
Esta es una buena noticia para el departamento del Cesar porque se abre una gran puerta para proteger a nuestra Serranía del Perijá que hoy tiene concesionado más del 50 % de su territorio. Con esta Resolución se evita que sigan las concesiones para explotación de su suelo, especialmente en el tema minero.
La Perijá es hoy modelo de compensación, bajo la tutela de la Corporación Autónoma Regional del Cesar, que desde el 2007 desarrolla por medio de la entrega de cuencas hidrográficas a las empresas que han afectado de alguna manera el medio ambiente en este departamento. Este modelo reconocido por el Gobierno Nacional como buena práctica, es desarrollado por las empresas mineras en la Serranía en las subcuencas de los ríos Sororia y Tucuy, con una planeación a 15 años, y cuenta con un apoyo importante: la comunidad como familias protectoras.
Por eso es bien recibida la decisión del Ministerio de Ambiente que pensó en estos seis tesoros naturales del país, entre ellos la Serranía del Perijá.
En adelante la Agencia Minera deberá inscribir estas zonas en el Catastro Minero Nacional y no podrá otorgar nuevas concesiones mineras en estas zonas. Estas zonas ya no aguantaban más, especialmente porque según la revisión y el análisis técnico realizado por Parques Nacionales Naturales de Colombia (PNNC), en la actualidad existen 234 solicitudes de títulos mineros y existe un interés creciente de realizar actividades de minería en estas zonas.
Les corresponde a las autoridades departamentales (Gobernador y alcaldes con jurisdicción en la Serranía trabajar para el Perijá, invertir recursos). Y especialmente a los mandatarios que asumirán desde el primero de enero próximo, tener en primera fila en sus planes de desarrollo el cuidado y conservación de la sierra. El medio ambiente ha sido benévolo con el Cesar, solo hay que cuidarlo.