El Estado de Israel está de fiesta, celebra 75 años de existencia. Es el único estado judío del mundo y en la actualidad cuenta con 9 millones de habitantes. De mayoría judía, también es el hogar de musulmanes, cristianos, drusos y samaritanos. Sus 22145 kms de superficie lo ubican en el puesto 151 en el planeta. El 14 de mayo de 1948 Israel declaró su independencia e inició el camino que ha permitido construir un país que es ejemplo de superación y lucha.
La aridez de su territorio, cerca del 32% del mismo se conoce como el desierto del Néguev, generó que el pueblo israelí trabajara arduamente para generar las condiciones óptimas que les permitieran vivir tranquilos y en paz. Esas mismas condiciones, complejas desde sus inicios, le han permitido al pueblo judío destacarse por diferentes temas, entre los que se encuentran diversas innovaciones en campos como la medicina, las ciencias y la tecnología.
Inventos de uso diario en el mundo como la memoria USB son manifestaciones del compromiso de Israel con la investigación y la innovación. Además, este país es punta de lanza en trabajo y dedicación para hacer realidad la agenda 2030 para el desarrollo sostenible de la ONU.
El riego por goteo ha transformado las prácticas relacionadas con la agricultura en todas partes, Israel además lidera la recuperación de aguas residuales y la desalinización de estas. La preocupación del pueblo judío por hacer de la tierra un mejor lugar para vivir es inobjetable. En la misma línea no nos sorprendemos al ver cómo miembros del pueblo judío, que representa el 0.03% de la población mundial, han sido destacados con el 24% de los premios Nóbel. Personajes como Theodor Herzl, David Ben-Gurion, Golda Meir, Menájem Beguín, Shimon Peres, entre otros cientos, han marcado nuestra historia al haber inspirado a millones para luchar por la defensa de ideales que son la impronta de una cultura milenaria.
Herzl, padre del sionismo -ideología y movimiento político nacionalista-, sembró la semilla que permitió, 44 años después de su muerte, la declaración del estado judío en Tel Aviv por parte de Ben-Gurión. Herzl motivó al pueblo judío para trasladarse desde finales del siglo XIX a Palestina y esas fueron las primeras manifestaciones del nacimiento del estado de Israel, legitimado en 1948 por Naciones Unidas. Desde entonces sus habitantes, apoyados por los judíos en el exterior, han luchado de pie, con determinación y convicción, para defender su hogar.
Apoyamos con fuerza y de manera irrestricta la libre autodeterminación del pueblo judío. Admiramos su capacidad de lucha, su creatividad y el desarrollo de filosofías como Tikún Olam, que pregonan el compromiso del pueblo judío con reparar al mundo, cuidar el planeta y desplegar bondad, empatía y solidaridad. Todos estamos llamados a conocer y aplicar Tikún Olam para así soñar con un futuro mucho mejor.
Desde Colombia enviamos nuestros saludos y mejores deseos a este pueblo hermano, milenario, cuyos lugares sagrados son patrimonio de la humanidad. La calidez del pueblo judío y su historia marcan a quien ha tenido la oportunidad de conocerlos y de comprender su esencia. Estos 75 años marcan una era de crecimiento, de innovación, de legitimación de los derechos del pueblo judío; desde lo que hacemos, desde la educación, aquel oficio que hemos elegido como proyecto de vida, reiteramos nuestro compromiso y deseo auténtico por trabajar arduamente para consolidar en la humanidad las enseñanzas de este pueblo noble, que día a día crece y sueña con vivir en paz y ofrecer al planeta mejores maneras de relacionarse, mejores maneras de vivir.
Extendemos un saludo al señor embajador de Israel en Colombia, Sr. Gali Dagan, a su esposa y familia. Haremos parte de las celebraciones organizadas para celebrar las siete décadas y media de existencia de este maravilloso país.
Entre tanto: la política colombiana sigue agitada pero su dinamismo no nos distrae de las graves denuncias que tienen al primogénito del presidente Petro en el centro de un escándalo de corrupción mayúsculo. ¡Exigimos justicia!
Por Jorge Eduardo Ávila