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53 años de la creación del Cesar: aún queda mucho por hacer

El  21 de diciembre de 1967 se inició en la vida institucional el Cesar. A los 53 años posee un millón 300 mil habitantes en 25 municipios. El avance social, trazando como línea inicial la fundación, es indudable. Sin embargo, en cada subregión los desafíos son grandes: pobreza, desempleo, inseguridad, desigualdad, corrupción. Algunos son naturales del departamento, otros nacen en subregiones fronterizas pero influyen y afectan al Cesar. No podemos decir que esos hechos solo se evidencian en nuestro departamento, pero al confrontar con los altos récords de regalías obtenidos, y los departamentos sin minas y petróleo,  nos pasa (como al hermano departamento de La Guajira), que estamos igual o peor.

Esa debería ser la reflexión de la dirigencia política cesarense. Por contraste, la hace ya, aunque con pasividad,  la comunidad; y también la dirigencia gremial,  empresarial y los estamentos académicos e investigadores de la realidad socioeconómica. Es la primera pregunta que debe hacerse el gobernador Luis Alberto Monsalvo, que es una persona preparada académica y administrativamente, y quien, con su sector político,  exhibiendo buena intención ha regido el departamento en la última década.

La población pasó a concentrarse en los centros urbanos, principalmente en Valledupar: el 41 % del total de habitantes del Cesar.

Uno de cada tres cesarenses fue víctima del conflicto. En la peor época del paramilitarismo y la guerrilla, la ley era la bala. Esa página quedó atrás. Hace mas de 5 años no se registra una acción de la extinta Farc.

No obstante, inquietan  recientes secuestros y atentados a estaciones, que revivieron fantasmas en áreas tradicionales de influencia del ELN, vecinos del Catatumbo, desbordado en cultivos de coca.

Han sido los desplazados, en su mayoría, quienes han integrado  el porcentaje de pobreza. Pero ahora, según proyecciones, se alcanzaría el 50 % de la población en el 2020, por efecto de la pandemia,  superando los 600 mil habitantes. Ya en el 2019, antes de ella, 500 mil eran pobres , rayando el 43%.

Cesore recomienda seguir 4 líneas: agro modernizado; servicios de salud y educación superior;  industrias creativas, culturales y turísticas,  y energías alternativas.  De nuestra parte, reflexionamos sobre el futuro: requerimos unos gobiernos más en diálogo y entendimiento con los grupos sociales, gremiales y empresariales y menos con los sectores políticos y parlamentarios tradicionales. Enfrentar cualquier asomo de corrupción y alentar al acompañamiento a los organismos de control territoriales y nacionales en ese propósito colectivo. Abordar y controvertir temas cruciales como la aludida pobreza, el  medio ambiente, el desarrollo de emprendedores y las empresas y el empleo, el declive minero y ante ‘la transición energética’ cómo se van a sustituir los gruesos ingresos de regalías. Gobernar no se limita a dejar placas en las obras,  se deben liderar  las aspiraciones de una sociedad. 

Categories: Editorial
Redacción El Pilón: