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33 años

El pasado jueves 4 de julio, nuestra Carta Magna cumplió 33 años de haber sido promulgada, en ella se reconocen derechos fundamentales tales como la vida, la salud, libertad religiosa, la igualdad ante la ley, se consagra a la familia como núcleo fundamental de la sociedad, se reconocen legamente las uniones maritales de hecho, derecho a un ambiente sano, entre otros, con la implementación de la acción de tutela para exigir ante un juez constitucional el cumplimiento de los mismos. Se avanzó en el tema de los Derechos Humanos, en la medida que ya no es la norma el centro, como ocurría en la Constitución de 1886 con el Estado de Derecho, sino que nace el Estado Social de Derecho. Se crearon instituciones como la Defensoría del Pueblo, la Fiscalía General de la Nación, Corte Constitucional, y se dejaron los órganos de control Procuraduría y Contraloría, híbridos jurídicos hechos a la colombiana.

En estos 33 años, nuestra Carta Política ha sufrido 45 reformas. Es algo insólito si se le compara con la Constitución de los EE. UU. que en sus 200 años de existencia solo ha tenido 27 enmiendas (¡!). El presidente de la Corte Constitucional, José Fernando Reyes, con motivo de la celebración del trigésimo tercer aniversario de la Carta Política expresó: “La Constitución no puede ser una masa deforme, gelatinosa y banal cambiable a placer, sino al revés: debe ser un texto rígido con muy relativas flexibilidades”. Sobre este punto, quisiéramos manifestar, que, si bien es cierto, la Constitución de un país debe ser rígida, no es menos cierto que la Constitución de 1991 está lejos de serlo, ¿por qué? Porque se puede modificar i) A través de un Acto Legislativo del Congreso de la República. ii) A través de un referéndum. iii) A través de una de una Asamblea Nacional Constituyente. Tres formas legales para modificar la Carta Magna, siendo la primera la más utilizada, sin olvidar que, en el año 2003, el presidente de la época, pretendió introducir de un solo tajo vía referendo, 15 modificaciones al texto constitucional, solo una obtuvo el apoyo requerido, por lo que decidió desistir del mismo.

En síntesis, si algún defecto tiene nuestra Carta Política, es que es muy fácil reformarla, insistimos, van 45 reformas y se vienen muchas más. Lo deseable es que la Constitución sea un texto normativo rígido, como bien lo afirma el presidente de la Corte Constitucional.
La nota de cierre: Lamentamos profundamente la partida rumbo a la eternidad del padre Armando Napoleón Becerra Morón, toda una vida consagrada a Cristo. A sus familiares, amigos y allegados nuestras más sinceras condolencias. ¡Paz en su tumba!


Por: Darío Arregocés Baute/ darioarregoces2308@hotmail.com

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