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32 años sin Rafael Orozco: “Jamás en la vida había visto tanto cachaco llorando”

La estatua de Rafael Orozco en el municipio de Becerril es la muestra de que su pueblo nunca lo olvidará.

El pasado domingo se conmemoraron 32 años del asesinato de Rafael Orozco Maestre, el cantante que hizo llorar de sentimiento a sus fanáticos con letras como ‘Te seguiré queriendo’, que fortaleció el idilio de muchas parejas con canciones como ‘Esa’, pero que al tiempo era capaz de sacar el parrandero que cada colombiano escondía gracias a temas como ‘Contento y enamorao’, ‘El higuerón’, ‘La negra’, entre otras.

Rafael Orozco, el artista que puso al desamor a cantar a todo un país y al mundo, el hombre que demostró que “podrá cambiarse la costumbre de un pueblo”, pero que en dos lugares el sentimiento por sus canciones siguen intactos; Becerril y Barranquilla recuerdan a ‘Rafa’ con esa nostalgia que solo los grandes personajes del folclor pueden generar entre sus aficionados.

Uno de esos becerrileros que recordó lo que significó Orozco Maestre es Luis Barreto, presidente del Festival Folclorico de la Paletilla y gran amigo de Rafa. En diálogo con EL PILÓN, Barreto recordó que estando en Bogotá supo de la trágica noticia sucedida aquel infame 11 de junio de 1992.

Una de las últimas veces en las que pudo verse con el cantante de la música vallenata fue en la capital del país, siendo Orozco Maestre un artista reconocido, pero que pese a ello nunca perdió la humildad y se saludaron efusivamente, como solían hacerlo en su natal Becerril.

“De las últimas presentaciones de Rafael en Becerril no tuve la oportunidad de verlo porque yo estaba en Bogotá. La última vez que me vi con él, yo era empleado de Supertiendas Olímpicas de la calle 100, era asistente de almacén y nosotros estábamos en la hora del descanso, cerca había un restaurante de comida costeña. Yo me quedé sorprendido cuando vi la imagen de Rafael, él venía con un primo de él, paisano mío también, Wilman Orozco Meza, venían caminando y veo la figura del hombre que vestía un gabán color habano”, relató Barreto.

“Yo me emocioné tanto que me paré y me acerqué donde ellos, nos saludamos efusivamente y me sorprendió gratamente que Rafael lo primero que preguntó fue por mis hermanos mayores, por José Agustín, me dijo ¿y qué es de ‘tres pelos’ y que es de Carlos?, eso para mí fue muy grato”, rememoró.

BOGOTÁ TAMBIÉN LLORÓ LA MUERTE DE RAFAEL OROZCO

Aquel 11 de junio la noticia de la muerte de Rafael Orozco se propagó por todo el país, como suele suceder con las malas noticias. Los medios de comunicación confirmaron la tragedia: “Ha muerto Rafael Orozco, cantante de la música vallenata”. Nueve impactos de bala segaron la vida de uno de los artistas con mayor reconocimiento de la época.

Barreto recordó los momentos vividos en la fría Bogotá, donde por un momento el regionalismo quedó a un lado porque nadie daba crédito a lo sucedido mientras un mar de lágrimas ahogaba las gargantas de los binomistas que con tristeza y dolor coreaban sus canciones.

“Estando acá en Bogotá, después que me encontré con Rafa pasó un corto tiempo y nos enteramos de la trágica noticia, ese momento para mí fue muy duro, pero jamás había visto tanto cachaco llorando a Rafa, en medio de ese duro momento, esa es la referencia más clara que tengo para recordar”, mencionó.

El impacto de la pérdida de Rafael Orozco Maestre fue tan grande que hasta Diomedes Díaz, en un concierto en Barranquilla, le pidió valor al fallecido artista para cantarle a sus adeptos: “Ay Rafael tu afición te recuerda diariamente, ay Rafa dame valor para cantarle a tu gente”.

POR: ROBERT CADAVID / EL PILÓN

Categories: El Vallenato
Periodista: