30 años después de su partida el recuerdo de nuestro padre, Evaristo Rafael Acosta Deluque, permanece intacto, porque su omnipresencia en nuestras vidas lo torna perenne. En vida fue, además de padre, nuestro preceptor y guía, pues siempre vimos en él el ejemplo a seguir y el vio en sus hijos la prolongación de su existencia y experiencia, siempre ceñidas a los cánones de la rectitud y transparencia que él predicaba con su ejemplo, el cual hemos seguido al pie de la letra. Dejó una huella indeleble a lo largo de su periplo vital y en nosotros dejó su prístina impronta en nuestro ADN, que nos marcó para siempre.
PROFESIONAL DE LA VIDA
Autodidacta, sin diplomas ni pergaminos, supo y fue capaz, con su inteligencia, escalar distintas posiciones oficiales, las que desempeñó con lujo de competencia como servidor público. Fue alcalde de Uribia y San Juan del Cesar, personero de Riohacha, inspector del trabajo en Riohacha y en Guacamayal (Magdalena) y auditor fiscal de aduanas.
Además, fue diputado a la Asamblea de La Guajira, de la cual también fue su secretario general y en calidad de tal firmó la Ordenanza mediante la cual se creó la Universidad de La Guajira. Si algo lo caracterizó a él mientras fungió como funcionario público fue su probidad y honradez diamantinas.
Por sus propios méritos y merecimientos descolló como uno de los líderes más destacados del conservatismo, su partido, en La Guajira, codeándose con los heliotropos de la política nacional e interactuando con ellos de tú a tú, sin complejos y sin presunciones.
GRAN CONSERVADOR
Fue amigo personal de Laureano y de Álvaro Gómez Hurtado, compadre del senador Hugo Escobar Sierra y cómo no, hizo parte de las directivas de su partido, al lado de las matronas conservadoras, las tías Aura y Josefita Deluque, cuyo lugar de residencia, el ‘Balcón Azul’, se convirtió en el cuartel general de la colectividad azul.
Allí vivió y convivió con ellas, que siempre lo acogieron como uno de los suyos, hasta el final de sus días. Su liderazgo lo llevó a ser uno de los fundadores de la Asociación de usuarios campesinos (ANUC) de La Guajira y sin tener una sola cabeza de ganado fue fundador de FEDEGAN y siempre representó a los ganaderos de la región en sus congresos nacionales.
BUEN LECTOR
En mi caso particular, además de su ejemplo, siendo él un asiduo lector, aprendí desde temprana edad la importancia de la lectura en la formación y en la educación. Años después, leyendo al primer autor que me cautivó y arrobó por su estilo y por la profundidad de sus planteamientos, José Ortega y Gasset, el gran pensador español, me tropecé con una frase de él que lo dice todo: “quien lee vive dos veces” y me consta que es así por experiencia propia. Pero, también me indujo al arte de escribir, porque él también escribía y a la edad de 7 años me puso a prueba diciéndome que si yo era capaz de escribir mi nombre con un estilógrafo Esterbrook, que él había comprado con el primer sueldo que recibió como inspector del trabajo en Riohacha, era mío y mío fue. Así me inicié en el arte de lo sublime que es escribir y desde entonces no he parado.
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Nuestro padre no nos dejó bienes materiales, ni fincas, ni chequera, ni escrituras, nos legó lo que somos, lo que hemos sido, educados, preparados, siempre protegiendo su buen nombre, inspirándonos en él, que nos enseñó a escalar no a trepar.
LA POLÍTICA
Y en el ejercicio de la política me enseñó que se puede ser político y honrado a la vez y a fe que hemos sido buenos discípulos de él. A él le faltó poco para imitar a Alejandro Magno, el conquistador, cuando al momento de dictar su testamento dio instrucciones para que al momento de su muerte sus manos quedaran fuera del ataúd, ¡para que las personas pudieran ver que había venido al mundo con las manos vacías y con las manos vacías se iba!
También me enseñó la importancia de los principios ideológicos, la integridad y a saber defenderlos sin dogmatismos ni sectarismos, siempre convencidos que, como dijera Joan Manuel Serrat, lo que más enriquece el pensamiento de uno es la pluralidad de pensamiento de los demás.
POR AMYLKAR D. ACOSTA M/ESPECIAL PARA EL PILÓN.