Se agudiza crisis por la gasolina en el Cesar
La situación en el Cesar, debido a la escasez de gasolina legal, tomaría visos de crisis en las próximas horas tras el anuncio de cierre de otras estaciones de servicio, que se sumarán a las que suspendieron actividades en Valledupar.
Hoy en Curumaní, se reunirán los propietarios de 26 gasolineras ubicadas en ese municipio y en las localidades vecinas de Chiriguaná, Pelaya y Pailitas, para advertir que también dejarán de despachar combustible legal por culpa de las pérdidas ocasionadas por el contrabando de hidrocarburos.
Transcurridos cinco días desde que las estaciones de servicio de Valledupar cerraron sus puertas, los efectos por esta situación comenzaron a sentirse con rigor, principalmente en las instituciones oficiales, cuyos vehículos se encuentran parados porque no han podido ser tanqueados con combustible legal. El Cuerpo de Bomberos de Valledupar, el Hospital Rosario Pumarejo de López y el Inpec, entre otras entidades, tienen desde el miércoles paralizadas máquinas y ambulancias por falta de gasolina.
Mientras el gobierno nacional plantea un modelo de reconversión social como alternativa para buscar una salida a la crisis que apenas se asoma, los distribuidores minoristas de gasolina y Acpm legales creen que la solución concluyente es una reducción en el precio de combustible colombiano, medida aplicada en Pasto, ciudad donde la comercialización de hidrocarburos lícitos ha hecho competitiva la actividad.
“Si el gobierno nacional se decide a aplicar modelos de reducción de precios y a establecer controles rigurosos contra el contrabando, los beneficiados van a ser los consumidores finales, las entidades oficiales que tendrán como abastecer sus vehículos con combustible legal, y las rentas del municipio de Valledupar, donde se podrá incrementar el recaudo de impuestos de Industria y Comercio y Sobretasa a la Gasolina”, expresó Aristóbulo Cortés, vocero de los minoristas.
Una salida a la escasez de combustible derivaría en el restablecimiento de 2.500 empleos directos que generan las estaciones de servicio.
La crisis se desencadenó primero en Valledupar, donde los comercializadores legales señalaron que el contrabando, auspiciado por estructuras al margen de la ley, los dejó sin opción distinta a la de cerrar sus estaciones de servicio porque se encuentran en la quiebra.