Todas las encuestas reflejan un viraje de la política colombiana para el año 2022 en cuanto al Congreso. Es incuestionable el hastío de la sociedad colombiana, porque sus integrantes no se cansan de retarla.
Esta semana, por falta de quórum, liquidaron el proyecto que les reducía los 4 meses de vacaciones que tienen y poco les importó, asumen que no pasará nada.
Pero no se deben confiar, sí está pasando, los partidos tradicionales atraviesan una honda crisis y hay un renacer de nuevas listas de sectores alternativos que están marcando muy bien en las encuestas.
Es innegable que el Pacto Histórico será la fuerza líder en el Congreso, ellos tiene un meta de 5 millones de votos, apostándole al voto de opinión que en regiones poco se muestra.
Por ejemplo, en el departamento del Cesar la lista a Cámara es muy pobre, carente de liderazgo y de nombres que puedan representar alguna posibilidad, nombres impuestos por los hermanos Aldo y Lucho Cadena, que no han dado para organizar un movimiento con aspiraciones serias.
Se les viene una derrota descomunal por parte de los clanes que dominan el departamento, en cabeza de Cielo Gnecco y Ape Cuello, quienes ya tienen las curules garantizadas, hasta las de las víctimas.
La meta del PH de 5 millones es ambiciosa, no la lograrán, pero pueden estar entre 15 y 18 senadores, lo cual, sería una gran victoria.
En la alianza Centro Esperanza, con Humberto de La Calle como cabeza de lista, pueden alcanzar alrededor de 12 senadores, si Angelica Lozano decide participar. Sus posibilidades de organizar una fuerza más amplia se vio golpeada por la división interna.
También aparece el Nuevo Liberalismo que podría ser la sorpresa, quedándose con 5 o 6 curules, ya que ofrecen una visión fresca de la política y tiene en su baraja a una mujer afro, Mabel Lara, que brinda garantías de renovación y representa la antipolítica.
Fuerza Ciudadana tiene su conglomerado en el Magdalena, pero le va a costar alcanzar el umbral, aunque Carlos Caicedo está dispuesto a lo que sea para sacar 4 senadores, de pronto se les da.
Los partidos tradicionales se muestran muy debilitados: Cambio Radical no tiene un líder que arrastre, pero sigue manteniendo su fuerza en la costa Atlántica y podría llegar a 12 senadores.
Los Liberales, con una muy mala cabeza de lista, como es Lidio García, también podrían sufrir por el desgaste de su líder César Gaviria, ya que la gente está cansada de los mismos politiqueros. Tal vez le alcance para 12 senadores.
Por su parte, la U nombró a Katerine Ibarguen para lavar su imagen, sin duda será senadora, pero detrás están los de siempre, José David Name, Dilian Francisca Toro y Alfredo Deluque, barones electorales que la gente detesta y que ya no garantizan una buena votación. Pueden hacer peligrar la lista, si salen, podrían alcanzar a sacar 8 senadores.
El Centro Democrático sin Uribe está muy mal, tan es así que muchos ya abandonaron el barco: Ernesto Macías, María del Rosario Guerra, Carlos Felipe Mejía, José Obdulio Gaviria, Nicolás Araújo y otros.
Se la jugaron toda con Miguel Uribe en Bogotá, donde el uribismo nunca ha sido fuerte y enviaron al último vagón del sótano del infierno a María Fernanda Cabal; esta lista puede lograr entre 10 y 12 senadores.
Por último, el partido Conservador, un partido de votos amarrados, puede entrar con 12 senadores, con ‘Fincho’ Cepeda a la cabeza. El resto de curules para minorías cristianas y grupos de mujeres.
Así las cosas, el Congreso puede equilibrarse un poco para recibir a quien sea elegido como nuevo presidente. Habrá cambio, pero no será tan importante.
De lo que sí hay que alegrarse es de que será mucho mejor que el que termina, considerado el peor de la historia.
@JACOBOSOLANOC