Hoy se conmemoran 16 años del asesinato del periodista Guzmán Quintero Torres, periodista del diario El Pilón, en Valledupar.
El periodista había hecho denuncias contra la Fuerza Pública y recibió amenazas desde 1995 cuando publicó en el diario El Heraldo el artículo titulado “Los hijos de la Sierra”, sobre los grupos armados en la Serranía del Perijá. Se estima que su homicidio está relacionado con miembros del Ejército y paramilitares porque su labor se caracterizaba por defender los derechos humanos y cuestionar por igual a todos los actores del conflicto armado.
( Leer: ¿Quiénes y por qué asesinaron al periodista?)
Meses antes de su asesinato, Quintero documentó dos casos de errores militares. En uno de estos resultaron muertas dos mujeres, una de ellas embarazada. El otro se trató de la muerte de un niño durante una prueba de polígono.
Una vez abierta la investigación por la muerte de Quintero, hubo captura de los autores materiales, Jorge Eliécer Espinel Velásquez, alias “El Parce”, y Rodolfo Nelson Rosado, alias “El Pichi”. Posteriormente, en 2002, hubo condena para estas personas por 472 meses de prisión.
Con respecto a los autores intelectuales, la FLIP tuvo conocimiento de que no han sido identificados pero se tienen como posibles autores o participes a Luciano Rojas Serrano y Rodrigo Tovar Pupo alias “Jorge 40”. En respuesta a un derecho de petición presentado por la FLIP, la Fiscalía informó que el proceso se encuentra activo en etapa de investigación. La última actuación de la que se tiene registro en el proceso es del 19 de mayo de 2014.
(leer: Justicia en el caso de Guzmán Quintero)
Para el año 2014 el hermano de Guzmán Quintero publicó el libro “¿Quiénes y por qué mataron a Guzmán Quintero?” y su familia se encuentra solicitando que el asesinato sea declarado como delito de lesa humanidad. La FLIP se solidariza con la familia de Quintero e insta a la Fiscalía General de la Nación para que atienda dicha solicitud y adelante las acciones pertinentes para la identificación y condena de los autores intelectuales.
Tomado de: FLIP, Fundación para la Libertad de Prensa