El 10 de marzo de 2006, Rodrigo Tovar Pupo, conocido como ‘Jorge 40’, se desmovilizó en La Mesa junto con 2.545 hombres del Bloque Norte de las Autodefensas Unidas de Colombia, dentro del proceso de paz que adelantaron con el gobierno del expresidente Álvaro Uribe.
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Como narra un reportaje de la Revista Semana, ese día “con la presencia de distinguidos ganaderos, agricultores y empresarios de la Costa, ‘Jorge 40’, el último de los jefes paramilitares firmantes del Acuerdo de Santa Fe Ralito que faltaba por desmovilizarse, dejó las armas”.
ASÍ FUE EL PROCESO
A través de Resolución No. 199 del 4 de agosto de 2005, el Gobierno nacional reconoció la calidad de miembro representante del Bloque Norte a Rodrigo Tovar Pupo. En ese sentido, con el propósito de concentrar y desmovilizar a los integrantes del Bloque Norte, el Gobierno destinó como zonas de ubicación temporal para sus miembros el caserío ‘El Mamón’, ubicado en la vereda La Mesa, municipio de Valledupar, y el corregimiento de Chimila, El Copey, por el término de 2 meses.
“En tales condiciones, Rodrigo Tovar Pupo, alias Jorge 40, presentó para efectos de la desmovilización dos listas de integrantes para ser desmovilizados en 2 fases de manera colectiva: la primera, el 8 de marzo del año 2006, en el corregimiento de Chimila, El Copey; y la segunda, en marzo 10 del año 2006, en el caserío El Mamón, ubicado en la vereda de La Mesa”, reza una sentencia.
En total se desmovilizaron en ambas ceremonias 4.759 integrantes del Bloque Norte. Los miembros del Frente José Pablo Díaz se desmovilizaron en la zona de ubicación del corregimiento de Chimila.
CUESTIONAMIENTOS
Reportes periodísticos señalan que falsos paramilitares se habrían ‘colado’ en la desmovilización de 2.545 hombres del Bloque Norte de las Autodefensas Unidas de Colombia, que se llevó a cabo el 10 de marzo de 2006, en La Mesa, jurisdicción de Valledupar, según lo manifestado por Jonathan David Contreras Puello, alias ‘Paco’, en versión libre de Justicia y Paz.
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Contreras Puello delinquió como miembro del frente Mártires del Cesar en las poblaciones de Río Seco, Alto de la Vuelta, Badillo y Las Raíces, al norte de Valledupar. Alias ‘Paco’ confesó en audiencia de versión libre ante la Fiscal 58 de la Unidad de Justicia en la capital cesarense, cómo en 10 días antes de su desmovilización entrenó a un grupo de civiles que serían presentados como miembros del grupo armado en el acto de entrega de armas ante funcionarios del Gobierno nacional y miembros de la comunidad internacional.
“En La Mesa yo mismo le di instrucciones, a una gente del mismo pueblo que no eran ‘paras’ sino civiles. Les enseñé a pararse firme, el himno y la oración de las autodefensas por si acaso se los preguntaban; ‘Jorge 40’ llegó, los reunió y les tocó cantar el himno y hacer la oración”, indicó en versión libre para el año 2012.
“A mí me dijeron que metiera a la mamá de los hijos míos, a algún familiar mío y yo les dije que mi familia no tenía nada que ver en eso, que el único delincuente era yo”, sostuvo.
Por otro caso, al Comisionado de Paz de entonces, Luis Carlos Restrepo, la Fiscalía le imputó cargos en febrero de 2012, porque según la entidad, no fue real la desmovilización de 64 supuestos guerrilleros de las FARC el 7 de marzo de 2006 en Alvarado, Tolima.
ANTECEDENTES
Haciendo historia, una sentencia del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Barranquilla señala que el Bloque Norte fue una estructura ideada por la denominada ‘Casa Castaño’, columna vertebral de las denominadas Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), con el fin de darle unidad a los diferentes grupos de las ACCU (Autodefensas Campesinas de Córdoba y Urabá), que hacían presencia en la zona Caribe.
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Entre los años 1980 y 1995, las Autodefensas Campesinas de Córdoba y Urabá, dirigidas por Carlos Castaño y Salvatore Mancuso, incursionaron en la costa Atlántica colombiana bajo el mando de Mancuso, “bajo el supuesto exclusivo de combatir los frentes 6 de Diciembre y José Manuel Martínez Quiroz del ELN, y las células de las FARC que operaban en la serranía del Perijá y sus municipios aledaños, en el departamento del Cesar”.
Según Carlos Castaño, reza la sentencia, al momento de la Constitución de las Autodefensas, el Bloque Norte de las ACCU estaba conformado por tres frentes: Frente Rito Ochoa; Frente Jhon Jairo López, en Magdalena y Cesar, con la Compañía Walter Úsuga (Zona Bananera), y los grupos Copey, Chivolo, El Banco, La Jagua de Ibirico, Codazzi, Sierra Nevada, Pailitas y La Gloria; y Frente Compañero Carrillo, sur de Bolívar y serranía de San Lucas.
Posteriormente, las autodefensas, en la década de los años 90, conformaron la estructura denominada ‘Bloque Norte’, al mando de Rodrigo Tovar Pupo, ‘Jorge 40’, para que operara en los departamentos del Cesar, Magdalena, La Guajira y Atlántico, y a la que se adhirieron las Autodefensas del Sur del Cesar, con las que se conformó el Frente ‘Héctor Julio Peinado’, al mando de alias ‘Juancho’ Prada.
De tal manera que el Bloque Norte tuvo inicialmente como máximo comandante a Salvatore Mancuso Gómez y seguidamente a Rodrigo Tovar Pupo, alias Jorge 40. Tovar Pupo, antes de ingresar a las autodefensas, fue un hombre de vida pública, incluso llegó a ser secretario de Hacienda de Valledupar.
El Bloque Norte se forjó en dos momentos sucesivos: a partir del segundo semestre del año 1996 (cuando los primeros hombres enviados por la Casa Castaño se establecieron en jurisdicción del municipio de El Difícil, Magdalena), y hasta el mes de diciembre del año 2004, cuando Salvatore Mancuso se desmovilizó con el Bloque Catatumbo; y hasta el momento de la desmovilización del Bloque Norte bajo la comandancia de Rodrigo Tovar Pupo, ocurrida en el mes de marzo del año 2006.
En total, el Bloque Norte en su proceso de expansión y desarrollo, llegó a tener un número aproximado de 4.759 miembros, divididos en 14 frentes, siendo su área de influencia la parte norte del país, concretamente en los departamentos de Atlántico, Cesar, La Guajira y Magdalena, aun cuando en su génesis hizo presencia en los departamentos de Córdoba y Sucre.
LLEGADA A COLOMBIA
El pasado 28 de septiembre del 2020 llegó a Colombia, deportado desde Estados Unidos, Rodrigo Tovar Pupo tras cumplir 12 años de prisión por narcotráfico. En total son más de 1.486 investigaciones penales por las que deberá dar la cara a la justicia, en las cuales el departamento del Cesar juega un papel trascendental. Según el Ministerio de Justicia, Tovar también tiene pendiente más de 35 órdenes de captura y 40 medidas de aseguramiento, por eso una vez tocó suelo colombiano quedó a disposición de la Fiscalía y de la justicia ordinaria.
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Hoy muchas de esas deudas estarían saldadas de no ser porque el 19 de agosto de 2015, la Sala de Casación Penal de la Corte Suprema de Justicia confirmó la exclusión de Tovar Pupo de la Ley de Justicia y Paz, permitiendo que se reactivaran las investigaciones en su contra en la justicia ordinaria.
POR: REDACCIÓN EL PILÓN.