En conversatorio en Valledupar
Por Damaris Rojas Q.
Entre anécdotas sobre las experiencias vividas en su época de infancia y sus amores de adolescencia, ‘sufridos’ entre su natal Guajira y el viejo Valledupar, que dieron pie a la mayoría de sus composiciones, el maestro Marciano Martínez, autor de ‘Con el alma en la mano’, entre muchas otras canciones, protagonizó con éxito el conversatorio realizado el viernes en la Biblioteca Rafael Carrillo Lúquez.
En el evento, con las risas de los asistentes de fondo, el artista recordó, de manera muy divertida, lo que hacía en aquella época de ‘pela’o’, para acercarse a los grandes artistas, que hoy día se cuentan entre sus amigos, algunos ya fallecidos. “Recuerdo que cuando tenía 12 años vendía dulces y Rafael Escalona llegaba allá, (San Juan), yo ‘volaba’ porque los dulces me los ‘acababan’ toditos”.
Los hermanos Meriño, también fueron evocados por el compositor de ‘Lo mismo de ayer’. “Presenté una canción que, se me olvidó, y que los hermanos Meriño la iban a grabar y fueron unos amigos corriendo y me dijeron, ‘ahí vienen los hermanos Meriño, escóndete que tú no tienes cédula y te la roban, (la canción)’ y pegué un ‘carrerón’ que fui a dar a otro patio. Con esto me quité la oportunidad de que me grabaran”.
Como parte de su relato, el compositor de ‘Juana’, su primera canción, reveló que ese nombre lo inventó para proteger a la musa de esa canción.
Cuando yo conocí a Juana me acerqué y la enamoré…
…Me dijo llena de rabia es que no te quiero ver, me dijo yo tengo un novio y con él soy muy feliz, guárdate tu repertorio, no pierdas el tiempo en mi, tú tienes cara de flojo búscate una igual a ti.
Con respecto a esta canción dijo que, “en esa época yo vendía lotería y los papás de ella, tenían una joyería y relojería, y me compraban bastante lotería pero a ella como que no le gustaba y me trataba con rabia pero al final cayó ‘solita’”.
Este extraordinario compositor, a pesar de sus éxitos musicales y también en el cine, con la película, Los Viajes del Viento, no ha perdido su sencillez y su facilidad para contar anécdotas y alegrar a seguidores, amigos y conocidos.