Una de las tareas pendientes en materia de política económica y social, dentro de las prioridades del gobierno de Juan Manuel Santos Calderón, es el tema de la estructura, función y explotación de la tierra; aunque hay que reconocer que con la nueva legislación el país ha avanzado mucho en esta materia.
El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) ha puesto a consideración del gobierno, de los gremios de la producción y de la sociedad colombiana, en general un completo informe “Colombia rural: razones para la esperanza”, sobre el tema, en el cual se señala la relación que tiene la alta concentración de la tierra en el país, con los problemas de pobreza, desigualdad, atrasado del sector rural, entre otros.
El informe, “Colombia Rural: razones para la esperanza”, será presentado hoy oficialmente al Presidente de la República, Juan Manuel Santos Calderón. El documento revive la vieja discusión sobre los usos de la tierra y reitera que el país destina a la ganadería terrenos que son productivos y aptos para la agricultura, lo cual es un uso ineficiente de un recurso limitado como es la tierra.
Sin embargo, frente a esta vieja discusión de la economía nacional, el presidente de Fedegán, José Felix Lafaurie Rivera, ha advertido los dueños de los predios no los destinan a la ganadería porque quieran sino porque no existen políticas oficiales que hagan atractiva la agricultura, como sería lo ideal.
Adicionalmente, el informe revela que hay en el sector rural más gente que la que se suponía, lo que obligará al actual y a los próximos modernos a cambiar los cálculos y los recursos asignados en muchos programas económicos y sociales. Seguimos siendo un país cuya buena parte de sus municipios tienen gran cantidad de habitantes en el las zonas rurales.
El informe presentado por el PNUD considera, en la práctica, que han fracaso buena parte de las políticas agrarias del país, por cuanto sólo han contribuido a concentrar más la propiedad de la tierra en pocas manos y han mantenido en la pobreza a buena parte de nuestro campesinado.
El Ministro de Agricultura, Juan Camilo Restrepo Salazar, ha dicho que el informe es un documento útil para enfocar las políticas que ya el gobierno venía adelantando en materia de redistribución y restructuración de la tierra en distintas zonas del país.
El informe debe convertirse en un documento de referencia para repensar la economía agropecuaria y el país rural. Hay consenso en que el país no ha sido acertado en sus políticas para este sector; los programas de reforma agraria han fracasado, en su gran mayoría, y – por el contrario- el narcotráfico y el paramilitarismo estimularon una contra-reforma.
Sin lugar a dudas, la solución de muchos de los problemas del país pasan por el tema de la tierra y la economía agraria. La lucha contra la pobreza y la desigualdad dependen de una nueva visión del campo y de inter-relación con la economía urbana y la ciudad.
El informe Colombia rural: razones para la esperanza, sin duda generará mucha polémica en distintas zonas del país, incluyendo el Cesar, donde en opinión de algunos expertos seguimos manteniendo grandes latifundios improductivos e ineficientes, cuando podríamos cambiar el uso de muchos de nuestros predios y municipios para aumentar la producción agrícola y reconvertir nuestro hato ganadero, generando más empleos y sacando a miles de cesarenses de la indigencia y la pobreza. El debate apenas comienza, pero el mismo es vital para la economía del Cesar, hoy excesivamente dependiente del sector minero.