Por: Julio Mario Celedón
Vi en el History Channel un interesante documental denominado ‘La Isla Apocalíptica’, déjenme aclararles que, aunque soy un fiel creyente en Dios, no soy escéptico a las investigaciones científicas, lo que si tengo bien claro es que todo en el Universo es obra de Dios, así la ciencia diga lo contrario.
Retomando el tema, el especial es conducido por el arqueólogo de origen Norteamericano James Turner, quien asegura haber descubierto en la Isla Juan Fernández, en Chile, dos colosales figuras esculpidas sobre la roca por los Mayas, quienes por orden del monarca Cham Balum atravesaron miles de kilómetros en el Océano Pacifico para llegar a esta Isla, en donde, según Turner, será el único lugar de la tierra en donde se podrán observar dos fenómenos astronómicos de gran relevancia, acontecimientos que develarán el misterio del fin de esta era, según los Mayas.
El primero será el tránsito de Venus delante del sol un fenómeno nada habitual, el segundo será un eclipse total de sol los cuales ocurrirán a finales del 2012, según la cultura Maya será el final de los tiempos y nuestra civilización experimentara una serie de importantes cambios.
Lo cierto es que Dios es quien esto decide y no los designios de esta antigua civilización, sin embargo me sorprendió el supuesto hallazgo, sobre todo que los dos monumentos aparentan ser reales, aunque son milenarios y el paso del tiempo y las inclemencias del clima hayan hecho mella en ellos, aun hay ciertos rasgos que parecen mostrar que en efecto si fueron esculpidas dos figuras importantes para los Mayas, un monolito de 45 metros de altura que simboliza al dios sol y otro que fue el que realmente me sorprendió, el cual representa a un jaguar agachado, (animal que fue sagrado para todas las culturas de Mesoamérica) me asombró, porque debido a su gran parecido enseguida recordé el ‘descubrimiento’ de Santander Durán Escalona, quien asegura que en la parte frontal del Cerro Murillo está tallada la cara de un jaguar.
Hace unos años charlé con ‘El Pibe’ Durán y este me contó sobre lo que un día cualquiera vio grabado en el cerro, aunque no es fácil notarlo a simple vista, para él con su innata sensibilidad de poeta, se le facilitó poder observar, lo que sin lugar a dudas es la silueta o perfil de un rostro felino, nuestro querido compositor asegura que lo más sorprendente son las medidas exactas que tiene, su diámetro no puede ser producto del azar, está convencido de lo que sus ojos ven.
Lo cierto es que al igual que sucede con las figuras en Chile, estas se ven con mayor claridad en algunas épocas del año y a ciertas horas del día, es increíble la similitud palpable entre el monumento de ‘La Isla Apocalíptica’ y el del Cerro Murillo. Según crónicas de Indias, los conquistadores vieron embarcaciones aborígenes con más de cincuenta navegantes y cientos de kilos de carga, está comprobado que estas culturas ancestrales hicieron presencia en lugares muy remotos a miles de leguas de distancia de sus tierras, si lograron navegar desde Centroamérica hasta el sur del continente como lo aseguran Jim Turner y otros científicos, nada de raro tienen que hayan llegado hasta nuestras costas, no a quedarse pero si a explorar o a marcar territorio para una posterior conquista o expansión de su Imperio.
Ojalá y Santander Durán se llene de requisitos y pruebas irrefutables en donde se demuestre la veracidad de su hipótesis, eso sería un descubrimiento sin precedentes y además una gran fuente de ingresos para nuestra ciudad, pues atraería a un sinnúmero de turistas.
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