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¿Será que contaminamos el agua?

MEDIO AMBIENTE

Por: Hernán Maestre Martínez

Valledupar Ciudad Ecológica de Colombia.  Recuperemos y conservemos las cuencas de los ríos Guatapurí y Cesar.  Hagamos causa común para que el embalse de Besotes sea una realidad, es agua para la vida en Valledupar, la Paz y San Diego.

El día 22 del presente mes y año, celebramos el DÍA del AGUA, y aunque hoy sea 24 de marzo, el Día del Agua es todos los días, ya que la necesitamos a cada momento como elemento esencial para la vida.  Ya sabemos los grandes beneficios que el agua dulce nos brinda, sin más preámbulo, nos permitimos hablar de este componente,  pero en cuanto hace referencia  al mal tratamiento o alta dosis de contaminación que le aplicamos en cada instante a este precioso liquido. Por razones de economía de espacio, solo mencionaremos algunos.
El problema de la contaminación de las aguas dulces es conocido de antiguo.  Uno de los primeros testimonios históricos lo constituye el relato de las Sagradas Escrituras (Éxodo, 7,14-25) acerca de una de las diez plagas de Egipto, en la que se describe la transformación en “sangre” de las aguas del río Nilo.  Dicho fenómeno fue sin duda debido a la contaminación biológica producida por microorganismos (algas, bacterias, entre otros).
Por otra parte, digamos que con el incremento de la población y el surgimiento de la actividad industrial la polución de ríos, lagos, arroyos, ciénagas, humedales y aguas subterráneas aumentan constantemente la polución, la modificación de propiedades físicas, químicas y biológicas del agua, que pueden, hacer perder a ésta su potabilidad para el consumo diario o su utilización para actividades domésticas, industriales, agrícolas, entre otras.
Las cloacas municipales, transportan por lo general desechos líquidos provenientes de hogares, escuelas, hoteles,  hospitales y de industrias,  contienen bacterias y virus, así como otras sustancias.   Estas aguas vaciadas a las fuentes de aguas antes mencionadas convierten a estos lugares en cloacas abiertas, tal como podemos observar con el Río Cesar, desde Valledupar hasta la Ciénaga de Zapatosa, donde además, recibe directamente las aguas servidas del alcantarillado de Chimichagua.

NOTA BREVE:
Su atención por favor: en estos momentos avanza el proceso electoral para la escogencia de gobernadores, alcaldes, diputado y concejales y las aspiraciones son exageradas o desbordadas, para lo cual, hay que colar y colar muy bien, para que no se nos pase el afrecho, tal como lo expresara coloquialmente en su momento algún personaje vallenato y que nosotros anotamos  en nuestra columna del día jueves 5 de agosto de 2010.
En tal sentido, también anotó acertadamente nuestro colega columnista Alberto Herazo Palmera,  en su espacio  del día martes 22 de febrero del presente año, entre otras, digo: “hay precandidatos a tutiplén; hasta el momento muy pocos buenos.  En abundancia mediocres y muchos malos, regulares, loquitos, vividores (de estos hay bastantes y por demás conocidos, que apenas suenan los tambores electorales, sacan a relucir la bandera de su perversa aspiración), lo del paréntesis es nuestro, con rabo de paja, estafadores y corronchos. Analícenlos”.

De esto también se ha ocupado oportunamente éste Diario el día  domingo 20 del año en curso, así: “cocotazos a los candidatos que se meten a la política solo con el animo de figurar y buscar prensa, cuando saben que, en realidad, no tienen ni el perfil ni la capacidad política para aspirar al concejo de Valledupar, a la Asamblea del Cesar, como tampoco a la Alcaldía o la Gobernación, respectivamente y sólo intervienen para luego negociar  el cese de su aspiración”.  De lo descrito anteriormente, no caben dudas, sobre todo, porque ya tenemos experiencia del pasado.  Claro que lo expresado no solamente es aplicable para la ciudad de Valledupar, tiene asidero en otros municipios, gobernaciones y regiones.  Por favor, escojamos bien para no tener que arrepentirnos por el fiasco de algunos tartufos.  Que así sea.

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