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¿Quién manda aquí?

Por: Nurys Pardo.

Definitivamente el Valle del Cacique Upar, parece que no tiene autoridad que logre poner orden al caos reinante, quizás hasta patrocinado por la misma administración municipal cuyo alcalde tuvo como lema de su campaña la seguridad, pero ésta brilla por su ausencia, ya que aquí se cometen toda clase de delitos, contra cualquier persona y en cualquiera de los barrios de la ciudad: Homicidios selectivos, extorciones por doquier, atracos bancario incluso frente a la misma gobernación del Cesar, caso Davivienda, violencia intrafamiliar, delitos sexuales etc., sin que nadie haga absolutamente nada para enfrentarlos y castigarlos.
Voy a referirme, igualmente, a la violación del espacio público como escenario donde se cometen la mayoría de los delitos, situaciones que afectan el bienestar de los ciudadanos sin que cualquier persona pueda decir algo por que enseguida es matriculado como enemigo del poder. Frente a ello, encontramos una policía casi selectiva frente a la persecución de los infractores, dedicándose principalmente a perseguir moto-taxista, quedando la sociedad huérfana y los delincuentes haciendo lo que les da la gana. La policía tiene horario de oficina, se ven en las calles escasamente de 8 a 12 y de 2 a 6.
En relación con algunas empresas de servicios públicos domiciliarios encontramos que, en el evento que tengan que desarrollar alguna actividad propia del objeto de la prestación del servicio, abren las calles, hacen huecos y dejan las zanjas abiertas, parece que son los reyezuelos de la ciudad sin que aparezca esa tan anhelada autoridad, y los ciudadanos estamos abocados a sufrir accidentes cotidianos. Cuando es la secretaría de gobierno, de obras y porque no decirlo, la propia policía que debe entrar a repeler esas infracciones.
Otras empresas podan los árboles y dejan en los separadores de las avenidas de la ciudad, los desechos hasta que se pudran, y cuando llega interaseo a realizar el barrido de las avenidas se topa con éstos, sin que ellos estén obligados a recogerlos por tratarse de un servicio especial y sobre todo, porque a quien le corresponde realizar la poda, igualmente está llamado a recogerla y oportunamente. Es decir, que las empresas prestadoras de estos servicios, además de someter y abusar de los usuarios en Valledupar, también debemos aguantarnos esta contaminación y la suciedad reinante, por las pilas de escombros y algunas veces  a medio recoger; para comprobarlo, solo hay que preguntarles a las escobitas y a las personas que realizan el aseo a las avenidas, por la cantidad de residuos de materiales y escombros que se camuflan en el gramado, pues ellos son las que sufren las consecuencias ya que la guadañadoras no funcionan.
Por su parte, la empresa EDATEL, no les importa romper cualquier vía de la ciudad para colocar el cableado subterráneo, buena por esa, pero los escombros son dejados en las aceras hasta que el agua y el tiempo los desaparece. Ahora bien, después de cierto tiempo aparecen las fisuras en el pavimento, pero como ha pasado un lapso de tiempo considerable desde la realización del trabajo ya no es de su responsabilidad sino del municipio, pero como aquí no hay quien mande, los paganini siempre somos nosotros, los vallenatos, que estamos empezando a cansarnos de estas situaciones.
Cada día la gente del común cree menos en los políticos y los ciudadanos vivimos de decepción en decepción, aquí nos ofrecieron seguridad y cual seguridad, nos ofrecieron dos estaciones de policía y donde están, guardias azules para regular el transito y nada de nada, todo se nos queda en ganas y a esperar que lleguen otras elecciones, donde los políticos traigan al electorado  nuevas mentiras para atrapar incautos y así obtener el favor del voto.

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