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¿Por qué tanto crimen y corrupción?

Y ADEMAS

Por: ALBERTO HERAZO PALMERA

Definitivamente este país parece un volcán en erupción tras el avance del crimen y la corrupción. O les parece poco el crimen del capellán del Minuto de Dios, Gustavo García, indignación ha producido este horrendo crimen  solo por robarle un celular. El pecado  de la corrupción se generalizó, por Dios este país está muy mal.  Por eso  Colombia merece  en estos momentos un examen intenso, diferente del frío análisis que se hace de las cifras y las tendencias estadísticas.  Lo indiscutible, lo innegable  es  que los  fenómenos de criminalidad  y corrupción han experimentado un crecimiento  de  tal manera que ha despertado los más  serios  temores  sobre  la ruptura  de  nuestro tejido social.  Sería  bueno  preguntar  a  que factores  debe  atribuirse  este cáncer social.
A relajamiento de  los organismos judiciales y de represión, y  los  de control y vigilancia de la conducta de los que desempeñan funciones públicas?.  Laxitud   en  el  control fiscal y  en la vigilancia  de la gestión de  la  administración?.  ¿Debilidad  en las  penas  para  los delincuentes?. ¿Más pobreza  y mayor desigualdad  social?.  ¿Perversa  influencia  de lo que  queda  del narcotráfico?.  Supongo que debe  de haber  de  todo un poco, pero  el avance  del fenómeno resultaría incomprensible  si se  examina  a la luz  de  la repuesta  de  estos interrogantes.
Hoy tenemos  sin duda  alguna  los mejores  organismos  judiciales  y de  control:  Una  Fiscal  General de la Nación, Viviane  Morales  Hoyos, eficaz  y diligente  en la investigación y persecución  del  delito; un Procurador,   Alejandro  Ordoñez, serio, de temple, frentero, brillante, valiente y respetable,  que ha demostrado  de  ser un guardián  celoso  del interés público;  una  Contralora  General  de la República, Sandra  Morelli, calificada,   que custodia  la gestión fiscal y los resultados  de administración pública, además de  duras penas para los violadores  de  la ley  y funcionarios  corruptos.  Sin embargo, el crimen y la corrupción  (Los  Nules, los   Morenos, Agro-ingreso  seguro,  Fondelibertad, la salud desfalcada  por varias  EPS, Fogafín, etc)  continúan   su desbastador ascenso.  ¿Por qué?.  Será  debido  a la pobreza y a la desigualdad? Empero, seria preciso preguntarse que existen muchas sociedades más pobres que la nuestra, con menores índices de criminalidad y corrupción.
Más aún, no era más pobre y más desigual la Colombia de los años cincuenta a la de hoy?. No será que falta algo de mayor peso para hallar una explicación valida. Sin duda ese algo ha sido el pernicioso influjo mercantilista sobre los valores espirituales, que no pueden ser materia de comercio. Bajo esta concepción, los colombianos somos hoy mas ricos en valores monetarios que en los años cincuentas. Pero lamentablemente muchos más pobres en valores sociales, porque el culto del dinero arrasó con éstos. Ahí parece que esta el quito del asunto.

RESPUESTA A UN AMIGO PERIODISTA

Por estar ausente por de la ciudad por quebrantos de salud no pude referir a un comentario de una columna de un periodista y amigo que se disgustó por unas de mis columnas titulada “Los sicarios de los medios de información”.
No te preocupes “Aquí” que esa columna no fue contra ti, por que te la tomas como propia?.  Te  sentiste  aludido?.  No  lo creo.  A tu edad, no debes de estar cazando peleas inútiles  por rabietas, lo hiciste en tu juventud, ya te queda mal a tu edad metiéndote con la gente, vive en paz y sanamente. Este es el consejo que te doy.
Por ejemplo deja esos odios, si tengo una virtud, tal vez la única, es que yo no se odiar. No tengo rencor. Porque el que odia sufre, se atormenta diariamente con su rencor. Y estoy muy grande y experimentado como para someterme al odio. Toma este ejemplo. No te atormentes. Cógela suave, cuidado te vas a infartar. Y tenga que Tio  Chiro y Tio Nan les vaya  tocar  correr  contigo para  la clínica.  Ojo.  Ja,ja,ja,ja…  Siempre he pensado si uno le para bola a lo que dicen de uno, vivirá uno siempre triste y amargado, siempre he aprendido a escuchar la vos interior de mi corazón, siempre cuando he recibido una crítica u ofensa las devuelvo con amor “Aquí”. Aprende esta lección.
Y sigo insistiendo que la credibilidad en el periodismo se logra diciendo lo correcto, porque el oyente no perdona un error, no te perece?

POSDATA
He entendido que en la vida hay dos opciones: Creer  en lo que la gente dice de uno y amargase la vida viviendo pendiente “del que  dirán”, o aprender a no dar importancia a lo que digan si no a lo que uno se dice así mismo en cada amanecer y estar con Dios.

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