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¡Que dilema!

Por: Jorge Nain Ruiz

Por petición de cientos de lectores que me escribían sugiriéndome que dejara de ser monotemático y abordara otros tópicos de interés nacional y regional, me arriesgué, incluso en un ejercicio que podría llamarse de oxigenación, a escribir en esta columna sobre aspectos no relacionados con el folclor vallenato.

Pues, que dilema ahora en el que me encuentro, porque he recibido de una parte buena aceptación de lectores que consideran que abordar algunos temas de la forma irreverente, frentera y si tapujos, le hace bien a la sociedad, porque por lo menos alguien le pone el cascabel al gato, como dice el refrán popular, aunque también sé a lo que me arriesgo en un país lleno de intolerancia.

Por otra parte, aquellos que se acostumbraron durante mas de cinco años a esperar la columna semanalmente, para saber que estaba pasando en el mundillo del folclor vallenato, se disgustaron con el cambio y me lo reclaman de manera vehemente, también mediante  correos electrónicos, por ejemplo el doctor, Eder Nicolás Araujo me escribe un correo con expresiones como estas: “…comencé a leer tus columnas y me parecieron interesantes, me di cuenta que sabias de vallenatos, que investigabas acerca de nuestro folclore y en fin me fui acostumbrando a leer siempre tus columnas, es mas, muchas veces entraba solamente a buscar las notas del profesor José Atuesta y las tuyas, pero ahora con el viraje que has dado a ser columnista de todos los temas, me he quedado solamente como lector asiduo del profesor Jose Atuesta.

Yo creo que columnistas de los temas de actualidad sobran en este país, pero especialistas en temas tan importantes como del folclore vallenato muy pocos, no debiste apartarte de esa línea especifica, no debiste dejar de seguir siendo fuerte  en lo que muy  pocos lo son”.

Este escrito y muchos otros me han hecho reflexionar a profundidad y llegar a la conclusión de que el folclor vallenato me necesita, así para muchos sea una piedra en el zapato.

Por esa razón regreso con más brios a escribir sobre lo que corre por mis venas, el tema con el que me acuesto y me levanto, el que abarca gran porcentaje de mi existencia, nuestro glorioso folclor vallenato y lo retomo de una vez.

Ese no es el Diomedes que queremos

Yo no se que pasa en “El Valle”, pero son muchos los correos electrónicos que he recibido de gente de la región, en los que me piden casi encarecidamente que me pronuncie en esta columna sobre las presentaciones de Diomedes Díaz, ya que al parecer en los medios de comunicación regionales existe una especie de silencio cómplice respecto a actos bochornosos y presentaciones que dejan mucho que desear del cacique de la Junta Diomedes Díaz.

Como Diomedista que he sido, no puedo quedarme callado frente a lo que está ocurriendo; yo no creo que los empresarios lo contraten para que se dedique a hablar, a insultar, a decir groserías y vulgaridades en tarima, alguien debe hacer algo al respecto para bien de él, de su familia y de la música vallenata.
De la noche a la mañana no se puede echar por la borda toda una vida llena de gloria y de éxitos, lo he repetido en varias columnas y muchos se han ofendido, me encantaría que nuestros artistas vallenatos salgan por la puerta grande y no por la de atrás; es hora de que las instituciones defensoras de la cultura tomen cartas en el asunto, porque el tema no es de poca monta y creo nos incumbe a todos, al fin y al cabo esta de por medio el buen nombre del folclor.

El vocabulario soez del que hace gala Diomedes, ahora no solo es en sus presentaciones en vivo, sino también por emisoras, incluso con la anuencia y complacencia de algunos locutores, que le celebran todo, flaco servicio le hacen.

Yo no creo que Diomedes, ni nadie quiera llegar a la vejez con una vida llena de problemas, de escándalos y poco sosiego, definitivamente el premio por hacer las cosas bien en este mundo debe ser la tranquilidad y el reconocimiento del deber cumplido por parte de nuestros semejantes.

COLOFON:

Felipe “Pipe” Pelaez se encuentra estrenando trabajo musical titulado “Más que palabras”, al lado del joven y talentoso Acordeonero Manuel Julián Martínez, le auguro gran éxito a estos jóvenes llenos de talento, carisma y disciplina, virtudes que indudablemente les han llevado al pedestal de honor en el que hoy se encuentran en la música Colombiana.
Sin duda “Pipe” inicia con este trabajo un camino a la conquista de mercado internacional, lo cual a mi juicio no será tan difícil, conociendo de sus calidades, mas como músico, artista y persona, que como una prodigiosa voz.

jorgenainruiz@gmail.com

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