Por Gustavo Cotes Medina
Al parecer la llamada década de América Latina se trata de un exceso de optimismo, una moda y un insistente entusiasmo dentro del mundo emergente. De la contundente afirmación que hacen los mandatarios y políticos de la Región, ya comienzan a conocerse las contradicciones de economistas aterrizados en el sentido que es más factible un recalentamiento de las economías que un modelo que señale el camino y marque la pauta, pero esta década si será la del desarrollo, mas no del crecimiento. ¡El protagonismo económico del decenio pertenecerá nuevamente a Asia!
En general los países latinoamericanos han realizado un gran esfuerzo económico y están cerca de algunos otros países que se consideran desarrollados, pero donde está realmente el déficit es en la distribución del ingreso, la salud, la educación con calidad, infraestructura, innovación y tecnología. Casi siempre nuestros países se quedan a la zaga en el diseño de una política macroeconómica prudente. A pesar que se presenta un gran avance en las temas de crecimiento y de resistencia macro-financiera, los países asiáticos están más adelantados.
El crecimiento no inflacionario de Latinoamérica y Asia están distantes 1,5 puntos. Brasil, por ejemplo, no ha dado prueba de poder crecer a más del cinco por ciento sin tener inflación, pero en Asia hay diferentes países que crecen al siete por ciento, sin tener inflación. Latinoamérica no puede crecer sostenidamente a estos niveles porque algunas de las medidas de desarrollo a largo plazo no se han implementado y se presentan inconvenientes con la creación de productividad, que debe ser el centro de atención de todos los gobiernos
Además, Latinoamérica debe diversificar sus exportaciones y tener cuidado con la volatilidad de los tipos de cambio y de las materias primas, porque los elevados precios están beneficiando a países como Chile por la gran demanda de economías como la de China. La economía chilena creció un 9,8% interanual en el primer trimestre, su ritmo más fuerte en 16 años, alentada por la inversión, el consumo y la industria, pero la actividad moderaría su crecimiento en los próximos meses por los efectos de una política monetaria más restrictiva. Sin embargo, la actividad minera cayó levemente en su desempeño.
De acuerdo con el BBVA, Latinoamérica crecerá a un 4,6% mientras que la inflación llegará a un 6,9%, la cual se mantiene en rangos aceptables para casi todos los países, gracias a la apreciación de las monedas que ha desviado los excesos de demanda interna hacia mayores importaciones. Según el Fondo Monetario Internacional, Asia es la región del mundo que más va a crecer durante el presente año y la proyección para el 2011 se ubica en un 6,7%, impulsada por China que tiene previsto crecer un 9,6% e India que crecerá un 8,2%. Japón debe crecer un 1,4% con una fuerte incertidumbre por el impacto económico del terremoto y el tsunami. En general, la inflación seguirá siendo un problema para el presente año.
A pesar que países como Brasil, Chile y Perú-con nuevas incertidumbres- presentan relativa estabilidad económica y política, el entusiasmo no alcanza para pensar que seremos los líderes de la década. Este optimismo puede ser generado porque la economía de Estados Unidos está estancada, Europa no despega y el Medio Oriente está encendido, entonces ¿dónde puede estar la luz. Será que por “descarte” se ubica en América Latina? Solo aquellos países que le apuestan a la innovación, educación calificada, tecnología, le agreguen valor a sus materias primas y diversifiquen sus exportaciones, pueden pensar en una década de prosperidad y desarrollo.
En Colombia, la próxima semana, con la regla fiscal, se completa el ambicioso paquete económico que el Gobierno presentó al Congreso. Se está poniendo la casa en orden, pero persisten los problemas en infraestructura y en el agro que esperamos serán subsanados en el corto plazo. Los rieles de las locomotoras están aceitados, tienen carbón suficiente de primera calidad- con bajo contenido de cenizas- y cuentan con un maquinista experimentado y prudente. ¡En su largo recorrido se pueden agregar otros vagones cargados de optimismo, entusiasmo, ahorro y menos gasto estatal!
gustavocotesm@hotmail.com