El panorama en Venezuela mientras comienza la reconversión monetaria parece el de una película: panaderías, supermercados, peluquerías, estacionamientos, todos cerraron temprano el viernes, y muchos no piensan abrir hasta el martes, mientras esperan a que el sistema bancario del país vecino se adecue a la eliminación de cinco ceros a su moneda. Con esta nueva reconversión monetaria, son ocho ceros en total los que han sido eliminados de la moneda venezolana.
La reconversión monetaria había sido pospuesta dos veces por el gobierno venezolano durante este año, pero finalmente será aplicada a partir del 20 de agosto, en medio de una incertidumbre por la convivencia de dos conos monetarios simultáneamente, falta de dinero en efectivo en las calles y el colapso de las plataformas de pago electrónico, las cuales estarán inoperativas desde el viernes hasta el martes.
Parte del colapso de las plataformas de pago se debe precisamente a que los montos de las transferencias a cancelar aumentan diariamente, lo cual hace que lleguen a sus topes de operatibilidad en cuestión de horas.
Oficialmente, la reconversión monetaria en Venezuela es una medida tomada para combatir el alza en los precios, y para frenar la recesión económica, pero a este punto particular muchos analistas y economistas han señalado que será insuficiente para lograr ponerle un freno a la espiral inflacionaria en la que ha caído el ´vecino país.
El pasado jueves 16 de agosto, el ministro de Interior venezolano, Néstor Reverol, afirmó que “El domingo a partir de las 6 de la tarde se van a suspender los servicios de la banca electrónica ya que tienen que reiniciar los sistemas”. De igual manera confirmó que la banca recibió las remesas de billetes de los nuevos “bolívares soberanos”.
De igual manera, y de acuerdo a las órdenes impartidas desde el Gobierno venezolano, todas las clínicas privadas deberán atender los casos de emergencia sin esperar a que los pagos sean procesados.
Es debido a estos anuncios que la inmensa mayoría de los comercios en Caracas -su capital- al igual que en muchos estados, hayan optado por suspender todas sus ventas desde el viernes, para así tratar de evitar cualquier tipo de inconvenientes durante la implementación de la reconversión monetaria. En un país donde la gente tiene que “comprar” el efectivo -con tazas que varían entre el 350 y el 500%- la preocupación de los comerciantes es que los puntos de venta colapsen.
De igual forma, la banca venezolana solicitó cerrar sus oficinas comerciales el viernes y el Gobierno también decretó el lunes como día no laborable.
Con una inflación de un 2,7%, de acuerdo a mediciones de la Asamblea Nacional, el temor de los consumidores es que se disparen aún más los precios.
El Banco Central informó que la nueva familia de billetes y monedas circularán junto con el resto de las viejas piezas por un tiempo más para facilitar las transacciones.