Decenas de árboles caídos, casas destechadas y daños en muebles y enseres, fue lo que dejó el fuerte viento que despertó a los habitantes de Pailitas, quienes salieron despavoridos de sus casas cuando sintieron el vendaval.
Los vientos huracanados dejaron sin techo a más de 150 casas en todo el municipio, donde las autoridades también reportaron la caída de cientos de árboles en la parte urbana y rural.
Jaime Mier, líder cívico de Pilitas, manifestó que vivió momentos de pánico cuando sintió que el techo de su casa voló hasta la casa vecina y quedó a la intemperie. “Solo nos tocó buscar refugio en una parte de la casa donde el viento no se llevó el techo”.
El vendaval que no tardó más de media hora, provocó daños millonarios en las casas de cinco barrios. Por fortuna solo fueron daños materiales y no pérdidas humanas.
Ante la magnitud del fenómeno natural y las pérdidas registradas, los campesinos damnificados pidieron la ayuda humanitaria del Gobierno Nacional, ya que los pocos cultivos que sobrevivían al Fenómeno del Niño, fueron arrasados por los fuertes vientos.
En total serían unas doscientas familias del municipio de Pailitas, que resultaron damnificadas, un centenar de viviendas rurales afectadas y cultivos perdidos.
Ayuda urgente
Según las autoridades, el fenómeno natural destruyó cerca de 120 hectáreas de cultivos de Plátano, así como maíz y frutales, por lo que los campesinos solicitaron ayuda urgente.
En ese sentido, los líderes campesinos solicitaron la ayuda del Gobierno Nacional para que se tramiten auxilios humanitarios orientados no solo a materiales de construcción sino a recursos para mitigar las pérdidas presentadas en los cultivos.
“Fue impresionante la fuerza de la naturaleza. De un momento a otro empezó a llover, pero era un aguacero acompañado de vientos”, dijo María Trinidad Becerra García, Damnificada, damnificada de Pailitas, quien a la vez aseguró que hasta el momento no se ha recibido ninguna ayuda por parte de las autoridades del municipio.
Por Álvaro Lora García