Investigan a varios funcionarios
Están concluyendo los 30 días que le dio la sala penal de la Corte Suprema de Justicia al Incoder, para revocar los títulos fraudulentos de 36 predios en Chivolo, Magdalena, que estaban en manos de testaferros de Rodrigo Tovar Pupo, alias ‘Jorge 40’.
El Alto Tribunal le ordenó al Incoder revocar los títulos de predios que fueron entregados por el Instituto a testaferros de ‘Jorge 40’, por abandono y devolvérselos a los campesinos despojados por los paramilitares.
Los magistrados consideraron que había una falsa motivación en las razones invocadas por el Incoder para reasignar los predios entre 2002 y 2003. La Corte compulsó copias a un fiscal de la Unidad Antiterrorismo, para investigar a los funcionarios del Incoder Magdalena que intervinieron en la titulación fraudulenta.
También resaltó que el Incoder y la Fiscalía 22 de la Unidad de Antiterrorismo “no están cumpliendo cabalmente sus deberes”, pues a pesar de las pruebas aportadas por Justicia y Paz y la confesión de ‘Jorge 40’ de haber robado estas tierras, no emprendieron ninguna acción para devolvérsela a sus dueños e investigar a los testaferros del ex jefe paramilitar.
El caso ya había sido presentado en julio de 2010 ante un magistrado de Justicia y Paz en Barranquilla, que se abstuvo de tomar la decisión de restituir las tierras. La Corte dijo que “el juez tiene el deber constitucional y legal de imponerle coactivamente a los morosos el cumplimiento de sus obligaciones, porque de lo contrario, Justicia y Paz no podrá alcanzar sus metas”.
El despojo de las tierras
El despojo de las tierras a los campesinos se comenzó a registrar desde el año 1997, cuando ‘Jorge 40’ se instaló en la finca de La Pola, (una de las que había sido adjudicada a 72 familias de parceleros en 1991), y los paramilitares se tomaron la zona y comenzaron a asesinar campesinos para obligar a que los demás abandonaran las tierras.
Estas tierras fueron tituladas a parceleros por el Instituto Colombiano para la Reforma Agraria (Incora, hoy Incoder) en los noventa y les revocaron los títulos por abandono luego de que ‘Jorge 40’ y sus hombres asesinaran a varios de ellos, los desplazaran, y los obligaron a venderle o traspasarle sus títulos a testaferros de los ‘paras’.
“Los campesinos eran señalados como colaboradores de la guerrilla y empezaron a recibir ofertas por sus tierras de hombres de ‘Jorge 40’”, narró uno de los campesinos despojados.