Glenis Carrillo Toncel, madre de Heider Eduardo Mendoza Carrillo, el menor de 14 años desaparecido desde quince meses y ocho días, cuando se bañaba en el río Maracas del municipio de Becerril, todavía abriga la esperanza de que su hijo esté vivo.
Sin embargo, el Cuerpo Técnico de Investigación de la Fiscalía le dio una mala noticia, en el sentido que el caso de desaparición del menor fue cerrado por falta de evidencias y elementos materiales probatorios.
Ante esta negativa, la progenitora presentó ayer martes una queja ante la Defensoría del Pueblo con sede en Valledupar, para que interceda ante la Fiscalía y sea revocada esa decisión, con el fin de que se continúe con las investigación.
Señaló que en principio el caso lo asumió la Fiscalía, entidad que asignó un investigador para que entrevistara a cuatro personas testigos que acompañaban a su hijo el día en que se bañaban en el afluente y se presentó la desaparición, al parecer, por ahogamiento. No obstante, como no se han encontrado el cadáver, la mujer confía en que su hijo puede estar vivo.
“Ellos no me pueden negar la continuidad en la búsqueda de mi hijo, que para la época tenía 14 años. Mi corazón me dice que mi hijo debe estar en alguna parte del país, porque de haberse ahogado en río, hubiera aparecido en algún lugar. La búsqueda fue intensa y en los lugares más recónditos con la ayuda de la misma comunidad y de personal de socorro, quienes no escatimaron esfuerzos en apoyarme en esa búsqueda, teniendo en cuenta el dolor de una madre desconsolada. Esta es la hora que nadie dice nada sobre su posible ubicación e inclusive, ni los mismos compañeros de faena manifiestan qué pudo haberle ocurrido a mi hijo”, precisó la mujer en medio de la angustia.
Recordó, que su hijo desapareció el 2 de octubre de 2016, cuando en compañía de varios vecinos de la cuadra salieron a disfrutar de un baño en el río Maracas, que está ubicado en las afueras de la población.
Por Abdel Martínez Pérez /EL PILÓN