Jair Alejandro Argote Mendoza departía con su hermano Antonio, quien se encontraba de cumpleaños, en un estanco del barrio El Prado, sur de Valledupar, pero la celebración terminó por cuenta de dos delincuentes que se movilizaban en una motocicleta.
“Recuerdo que uno de ellos se baja de la moto, se le acerca a mi hermano y le dice que le dé el bolso que tiene, pero él cuando voltea para ver al ladrón, enseguida le da un disparo en el vientre que lo deja consciente pero muy malherido”, dijo el hermano de la víctima, Antonio Orozco, ayer, mientras esperaba el cuerpo de su hermano en Medicina Legal de la capital del Cesar.
La víctima de 23 años se encontraba con cuatro personas más, en el estanco ubicado en la carrera 27 con calle 35, cuando fueron sorprendidos por los dos sujetos que se desplazaban en motocicleta con arma de fuego y uno desciende del vehículo, intimidándolos con arma de fuego para despojarlo de sus pertenencias.
De Jair Alejandro Argote Mendoza se conoció que residía en la urbanización Nando Marín y que llegó en la noche del domingo a su hermano en El Prado para invitarlo a festejar su cumpleaños 31.
“Jamás había compartido una noche de bebidas con mi hermano, por eso le acepté la intención que tuvo de festejarme mi cumpleaños a poca distancia de mi vivienda”, agregó.
La relatoría del familiar expresa que alcanzó a trasladarlo caminado hasta el semáforo de la calle 44, cuando los abordó una patrulla de la Policía que los llevó a la clínica Santa Isabel, donde Argote Mendoza finalmente falleció debido a la gravedad de la herida.
“Estamos investigando lo sucedido en este sector mediante las cámaras de seguridad y recopilación de información para certificar las versiones expresadas, que indican que el señor se encontraba en un establecimiento expendedor de licor cuando fue abordado por dos sujetos que aparentemente iban a propiciar un atraco. Sin embargo tenemos conocimiento que no alcanzaron a obtener ningún objeto de valor”, dijo el comandante encargado de la Estación de Policía Valledupar, capitán Cristián Velásquez.
Por Marllelys Salinas / EL PILÓN