La Sección Tercera del Consejo de Estado condenó al Estado Colombiano a pagar perjuicios por las interceptaciones, seguimientos ilegales y campaña de desprestigio contra el exmagistrado de la Corte Constitucional, Jaime Araújo Rentería. El Consejo de Estado revocó la sentencia de primera instancia que había absuelto al Estado y en su lugar dispuso su condena.
Este proceso inició el 13 de julio de 2011, cuando Jaime Araújo Rentería interpuso una demanda en contra del DAS, el Ministerio de Defensa, el Ejército Nacional y la Policía Nacional, solicitando una reparación por el daño causado por las interceptaciones telefónicas, seguimientos ilegales y la campaña de desprestigio que sufrió entre 2000 y 2009 por las posiciones que asumió como magistrado de la Corte Constitucional.
En la demanda, Jaime Araújo señalaba que por esas posiciones se le catalogó como “opositor de Uribe”, “antiuribista número uno”, “enemigo del gobierno” y de promover un golpe de Estado durante el gobierno del expresidente Álvaro Uribe.
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“Es algo muy simple: mi labor en la Corte Constitucional consistía en ser guardián de la Constitución, hacer respetar el Estado de Derecho. Entonces si uno decía que algo que estaba haciendo el Gobierno no estaba bien, enseguida nos graduaban de enemigos del sistema”, dijo el exmagistrado a EL PILÓN.
El caso
Durante varios años, debido a su trabajo, Jaime Araújo tuvo la sospecha de que él y su familia eran interceptados, de que sus esquemas de seguridad elaboraban informes de seguridad acerca de sus actividades diarias y que escuchaban sus conversaciones.
El 25 de mayo de 2009, la Revista Semana publicó que varios opositores al Gobierno del expresidente Álvaro Uribe fueron víctimas de realización de espionajes, operaciones de seguimiento y rastreos de cuentas, entre ellos Jaime Araújo.
A raíz de la denuncia realizada por la revista, la Fiscalía inició investigaciones contra distintos funcionarios del DAS. En los operativos desarrollados, la Fiscalía encontró la hoja de vida del exmagistrado, de su familia, su perfil de vida, el número privado de su vivienda, los resúmenes de sus pronunciamientos en distintos eventos y la transcripción de algunos de sus conceptos.
Igualmente, en el marco de esas investigaciones se pudo determinar que agentes del Ejército y de la Policía Nacional también participaron en los seguimientos a través del uso de la plataforma ‘Esperanza’, por medio de la cual se realizaron interceptaciones telefónicas. Jaime Araújo fue una de las víctimas de la Operación Amazonas, dirigida al “desprestigio y sabotaje” de varios magistrados de la Corte Constitucional.
“En el año 2009 o 2010, cuando me entero que hay una serie de interceptaciones contra funcionarios, y aparece mi nombre, yo le dirijo una carta al entonces presidente Álvaro Uribe preguntando si él sabía o había dado la orden y qué acciones había tomado para evitar esos hechos. Esa carta nunca fue respondida. Simplemente dijeron que iban a dar traslado a otras entidades”, comentó Araújo Rentería.
El DAS
En medio de una indagatoria, Jaime Fernando Ovalle Olaz, reconoció que fue el encargado de dirigir el ‘G-3’ entre 2003 y 2005, un grupo creado en el DAS con el objetivo de realizar seguimientos a ONG, como el Colectivo de Abogados José Alvear Restrepo, la Comisión Colombiana de Juristas y Redepaz, y a periodistas. En la declaración inicial, señaló que el G-3 no estaba legalmente constituido, pero siempre fue de conocimiento institucional.
“Hay varias cosas que la sentencia del Consejo de Estado no dice, por eso estamos analizando la posibilidad de llevar el caso ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Hay una serie de pruebas que no han sido tenidas en cuenta”, relata Jaime Araújo, quien fue candidato a la Gobernación del Cesar en el 2019 por el partido Colombia Humana.
“William Romero, un funcionario del DAS, aceptó su responsabilidad ante la Fiscalía con el objetivo de obtener beneficios. Él señala que cuando se descubrieron las interceptaciones le dieron la orden a varios funcionarios de destruir todas las pruebas. A él le correspondieron varias cajas de documentos que tenían nombres, y en una de esas cajas estaba a mi nombre. Él señala que destruyó una gran cantidad y otras no porque era garantía de su vida, porque temía que al destruirlas lo asesinaran. Entonces él guarda unos documentos, incluido una caja sobre mí. Y les hace saber que si les pasa algo, él tiene pruebas”, relató a EL PILÓN el exmagistrado.
“Me consideraba enemigo”
Jaime Araújo Rentería contó que en varias reuniones, el expresidente Álvaro Uribe lo llamó como un enemigo. “Si el presidente se acomodaba a la constitución, le daba la razón. Pero si no se acomodaba a la ley, por mucho que un familiar fuera senador del partido de gobierno, no le podía dar la razón. Aunque actuaba en defensa de la constitución, el gobierno me trataba como enemigo. Uribe me consideraba como un enemigo por hacer respetar la constitución”, finalizó el exmagistrado.