Ayer en horas de la mañana, una familia de indígenas Yukpa, deambulaba por el sector de la carrera 40 de Aguachica, en busca de un transporte que los llevara lejos del Cesar, según sus propias versiones, porque de sus tierras en Becerril, fueron sacados a la fuerza y bajo amenazas de muerte por colonos que se han adueñado de la zona fértil de los ríos Maracas y Roncón.
Adalberto Capitán, padre de tres niños en edades de cinco a 14 años, contó que junto con sus hijos y su compañera, Rosa Hernández, tuvieron que salir de la zona baja de San Genaro, jurisdicción de Becerril, porque un colono los amenazó de muerte con una escopeta si no abandonaban la región porque los señaló de haber sido responsables de la pérdida de una vaca.
Aseguró que “yo no fui el que se robó la vaca, ese ganado todos los días me hacía daño en el cultivo de fríjol que tenía en los linderos de ese señor y yo nunca le puse quejas; ese tipo siempre se la ha tenido ‘montada’ a los indígenas a quienes nos trata de perros y muertos de hambre. Todo mundo le tiene miedo porque anda armado, por eso en vez de que me matara a mi o a mis hijos, me fui de allí”.
Su compañera que muy poco habla el español, solo alcanzó a decir que ni siquiera han denunciado este hecho porque les dio miedo quedarse en Becerril, porque el hombre que los amenazó, dijo tener poder con grupos ilegales que delinquen en la región.
Dijeron además, que su paso por Aguachica obedece a que una volqueta cargada de materiales de construcción, solo los trajo hasta este municipio, de donde saldrán una vez recojan los pasajes y un poco de alimento para sus hijos.