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Una casa de madera y barro eternizó la memoria de Luis Enrique Martínez

La Casa Museo está ubicada en el corregimiento El Hatico, Fonseca, departamento La Guajira.

En el corregimiento El Hatico, municipio de Fonseca, La Guajira, la tierra que lo vio nacer, está ubicada la casa memoria en honor al acordeonero Luis Enrique Martínez, ‘El pollo vallenato’, quien será homenajeado durante la versión 56 del Festival de la Leyenda Vallenata que se realizará del 26 al 30 de octubre.

En marzo de 2022, la Fundación Luis Enrique Martínez inició este valioso proyecto para que los amantes del vallenato viajaran en el tiempo y conocieran las experiencias y personas que marcaron la vida de El Pollo Vallenato.

Al llegar a la casa patrimonial, en la entrada, una bandera de Colombia se apoya sobre un acordeón con tonos dorados, que le da un tono de héroe a Luis Enrique Martínez, quien se convirtió en un embajador de la música insignia de la región.

La casa fue inaugurada en el 2022.

Ese acordeón, que da la bienvenida a los turistas y vecinos, acompañó los restos de Luis Enrique Martínez el día que llegaron a El Hatico, luego de fallecer un 25 de marzo de 1995 en Santa Marta.

Inseparables como siempre, el acordeón fue instalado en el mausoleo construido en el cementerio donde está la tumba del ‘Pollo’. En el 2022, la fundación decidió repararlo y ponerlo como símbolo de la grandeza del hijo más reconocido del corregimiento El Hatico.

EL DIGITADOR

Detrás de la bandera ubicada en la entrada, en un pequeño cartel pegado en la pared, se puede leer una sentencia: “Luis Enrique Martínez, el más grande digitador del acordeón inmortalizado por sus notas”. Inmortalidad que confirmó en febrero de 2023 cuando se cumplieron 100 años de su nacimiento y la Fundación Festival de la Leyenda Vallenata decidió homenajearlo.

Queremos perpetuar el nombre de Luis Enrique Martínez. Recopilamos la memoria de las personas que tuvieron una vivencia con él y cosas de valor que creó durante su vida. También guardamos todos sus éxitos”, contó a EL PILÓN Dasnelly Bolívar Torres, socia y tesorera de la Fundación Luis Enrique Martínez.
La casa memoria es una vivienda tradicional, construida en madera con paredes de barro, y está ubicada en el mismo lugar donde nació Luis Enrique Martínez.

Las paredes, el techo y la puerta tienen un diseño que llevan al pasado, a la juventud de Luis Enrique Martínez, cuando recorría los pueblos del Caribe cargando su acordeón y deslumbrando con la agilidad en su digitación.

En una pared del patio, pintada de rosa, figuran las letras de sus canciones más recordadas, como ‘La fama’, ‘La tijera’, ‘Maricela’, ‘La cumbia cienaguera’, entre otras.

A su lado, está ubicada una pintura de tres músicos que representan las agrupaciones vallenatas de hace 50 años: el acordeonero que baja su rostro y lo oculta entre el instrumento y su sombrero; el cajero que mira con respeto y con sagrada delicadeza golpea la caja, y el guacharaquero que se inclina en el hombro donde frota su instrumento para producir el sonido.

LITERATURA Y ARTE

La casa memoria tiene un aroma a juglaría y literatura. En una de las fotografías colgadas aparece el acordeonero junto al Nobel de literatura y amante del vallenato Gabriel García Márquez.

En otra fotografía, que resuena en los oídos de los que tuvieron la fortuna de escucharlos, lo acompañan juglares como Náfer y Alejandro Durán, Nando Marín, Rafael Escalona, entre otros.

Está la fotografía de cuando grabó su primer LP. En aquellos años, los juglares apenas usaban una hilera del instrumento. Luis Enrique se dio a la tarea de sacarle todas las tonalidades. Desentrañó todas las tonalidades del acordeón”, agregó Dasnelly Bolívar Torres.

Por Deivis Caro

Deivis Caro Daza: