No hay pistas de los sicarios
Tendido en el pavimento de la calle 17, entre carreras 29 y 30, en el barrio Edgardo Pupo de Valledupar, quedó el cadáver de Adinael Quintero Méndez, de 45 años, luego de que sicarios lo asesinaron de varios impactos de bala.
El asesinato fue perpetrado a las 1:30 de la madrugada de ayer, cuando Quintero Méndez caminaba cerca al parque del barrio El Pupo, sector en el cual residía desde hace varios años.
El levantamiento del cadáver estuvo a cargo del CTI de la Fiscalía, diligencia que se extendió hasta las 3:00 de la madrugada, cuando fue ingresado a la morgue de Medicina Legal y Ciencias Forenses.
Adinael Quintero Méndez, quien se ganaba la vida como zapatero ambulante en la capital del Cesar, era natural del municipio de Convención, Norte de Santander.
En horas de la mañana los familiares del zapatero se enteraron de la trágica noticia y de inmediato llegaron a la morgue donde manifestaron que nunca conocieron de amenazas en contra de su ser querido.
“A mi hermano le gustaba trabajar y ganarse la plata honradamente, por eso recorría la ciudad arreglando zapatos sin importarle ni el sol ni el agua”, expresó Ovidia Pinzón Méndez.
Cabe anotar que el caso de Adinael Quintero Méndez, es el primer homicidio del mes de febrero en Valledupar, y el noveno en lo que va corrido del año.