Ya a un mes de que el volcán fuego de Guatemala rugió, exactamente el 3 de junio, dejando como resultado columnas de ceniza y flujos piroclásticos que provocaron la muerte de decenas de personas y el traslado de miles, con más de un millón de afectados.
Con un número de 113 muertos y 197 desaparecidos. El número de heridos descendió hasta 28, según el último reporte de la CONRED, Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres.
Tras la erupción del volcán se han logrado identificar a 84 personas fallecidas, según el Instituto Nacional de Ciencias Forenses INACIF, de acuerdo a su último reporte del 28 de junio, en el que indicaba que seguía trabajando para identificar al resto de fallecidos.
CONRED informó vía twitter que siguen activos 16 albergues que acogen a un total de 3.643 personas que no pueden volver a sus hogares y de esos 16, una docena se encuentra en Escuintla, al suroeste del país. Los otros cuatro albergues están en Sacatepéquez, al norte de Escuintla.
Este martes anuncio el Gobierno que se construirían casas para las familias que fueron afectadas además de que se entregaran 13.000 raciones de comida cada día a los damnificados.
El Ejecutivo prometió construir aproximadamente mil casas con los servicios básicos para cada familia tras la estrategia de recuperación creada por el Gobierno que pasa por la creación de Albergues de Transición Unifamiliares.
Se están construyendo varios Albergues de Transición Unifamiliares en una zona de Escuintla, este martes el Gobierno realizo un homenaje a las personas que ayudaron a los rescates tras la tragedia los “héroes sin capa”. Al evento acudió el presidente del país, Jimmy Morales.
CONRED informó el 29 de junio que se mantiene el monitoreo sobre el volcán ya que continúa generando desgasificación y columnas de ceniza que alcanzan los 4.300 metros de altura sobre el nivel del mar, también se registra que el volcán genera entre 3 y 5 explosiones débiles cada hora, según datos del INSIVUME Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e hidrología, reportados por CONRED.
Debido a la temporada de lluvias el riesgo de que se creen descensos de lahares (flujo de sedimento y agua que se moviliza desde las laderas de volcanes) en diferentes direcciones, es peligroso. La zona que rodea el volcán sigue siendo considerada de alto riesgo por amenaza alta por flujo piroclástico, caída de ceniza e inundaciones.