Los últimos meses han sido unos de los más duros en cuanto a los mercados financieros se refiere, registrando estos caídas e incertidumbre no vistas desde hace mucho tiempo.
De esta sacudida tampoco se libra el petróleo, pues tanto el WTI como el Brent registraron una importante caída durante la jornada del 11 de junio, consecuencia del miedo a que una nueva oleada del Covid-19 provoque más desastres en la economía estadounidense, el mayor consumidor de crudo a nivel mundial. Aunque en el momento de redactar este artículo parece que ya se han ido recuperando; el WTI se sitúa en 40,99 dólares y el Brent en 43,59 dólares, y, a pesar del recorte en la producción acordado por los países de la OPEP, Rusia y los EE. UU. para tratar de evitar el desplome del precio del petróleo, no parece que la vuelta a la situación previa a la pandemia vaya a ser sencilla.
Porque si algo ha dejado claro la pandemia provocada por el SARS COV2, es la vulnerabilidad de los mercados financieros tradicionales ante noticias, conflictos geopolíticos o pandemias. Como consecuencia, los inversores han buscado nuevos sectores donde poder obtener beneficio a pesar de la catástrofe y los más beneficiados han sido las empresas de biotecnología, las empresas farmacéuticas y el tradicionalmente considerado como activo refugio; el oro.
La opción de las criptomonedas
Pero no debemos olvidar el mundo de las criptomonedas, cuyo comportamiento ha sido totalmente opuesto al de los activos tradicionales y cada vez hay mayor interés por invertir en ellas, lo que sugiere que es un sector a tener muy en cuenta. En Colombia se espera regular pronto este mercado, para dotar a los usuarios de protección ante posibles fraudes y ataques ransomware, que han aumentado durante la pandemia.
Y es que las criptomonedas -surgidas después de la grave crisis financiera del 2008- suponen una interesante alternativa a los mercados tradicionales y al dinero fiduciario, pues se caracterizan por estar descentralizadas y no depender de ningún gobierno, entidad financiera ni empresa, lo que evita que los conflictos, guerras o decisiones que normalmente influyen en los mercados bursátiles tengan el mismo efecto sobre ellas. Se soportan en la tecnología Blockchain o “cadena de bloques”, cuya seguridad es “prácticamente” invulnerable y donde todos los datos se encuentran encriptados, lo que garantiza el anonimato, además de que prescinden de los intermediarios pues no son necesarios, y ello reduce drásticamente los costes de las transacciones.
Evolución de las criptomonedas durante la pandemia
A pesar de que Bitcoin, la más importante de las criptomonedas, sufrió un descenso en marzo -al unísono con los mercados tradicionales- y que este hecho ha sido aprovechado por sus detractores para atacarla, lo cierto es que su evolución ha sido al alza y parece estar siguiendo exactamente el mismo recorrido de 2013. En este momento su precio ronda los 9.210 dólares y después del halving, que se llevó a cabo el 11 de mayo, se espera que siga en su senda alcista.
Lo cierto es que para muchos las criptomonedas actúan como reservas de valor, del mismo modo que hasta el momento han estado haciendo los metales preciosos como el oro, la plata o el platino, sin embargo, tampoco es menos cierto que se trata de activos muy volátiles cuyos precios pueden fluctuar enormemente al alza y a la baja en poco tiempo.
Aunque Bitcoin es la más conocida, existen multitud de criptomonedas como Ether, Ripple o Litecoin, entre otras. Una opción al iniciarse puede ser conformar una cartera, comprando las criptodivisas directamente con la vista puesta en el largo plazo, mientras se va estudiando su comportamiento e ir diversificando. Y para quienes deseen operar con los movimientos al alza y a la baja de las cotizaciones de las criptomonedas existe la posibilidad de invertir en criptomonedas a través de CFDs con un bróker de trading online. Sin embargo, comprar criptomonedas en una Exchange o a través de tu banco -si lo permite- no tiene nada que ver con hacer trading con ellas por varias razones, la primera sería que en el caso del trading no seremos poseedores de criptomonedas ya que no las estamos comprando sino negociando con sus precios, y la segunda sería el apalancamiento con que se realizan las operaciones de trading a través de CFDs, que supone incrementar el valor de una operación a través de capital prestado por el bróker -deuda- cuyos riesgos han sido ampliamente debatidos, pero que básicamente pueden exponer al trader a pérdidas muy sustanciales o incluso deudas cuando su operación sale mal. Por otra parte, el mercado de las criptodivisas es muy volátil y es extremadamente fácil incurrir en pérdidas, por lo que es imprescindible contar con una buena formación y conocimiento de su funcionamiento, así como utilizar las herramientas de gestión del riesgo que las plataformas de trading ofrecen y que será labor del trading investigar para un correcto uso. Si tememos incurrir en deudas con nuestro bróker debido al apalancamiento deberemos escoger uno con negative balance protection garantizado, herramienta que algunos brókeres -no todos- han ido implementando a lo largo de los últimos años.
El mundo cripto abre la puerta a nuevas posibilidades a tener en cuenta para invertir o resguardar nuestro capital, pero siempre teniendo en cuenta el límite al que podemos llegar para no desestabilizar nuestra economía.