Alrededor de las nueve de la mañana del jueves, la Policía Nacional trasladó a un centro carcelario a los cinco procesados por el hurto al vehículo de valores en Valledupar.
Los exempleados de la empresa Brinks Federico Guillermo Gebauer Caña, Pedro Luis Ospina García y Leandro Argüelles Vergara fueron llevados a la Penitenciaría de Alta y Mediana Seguridad de Valledupar, conocida como ‘La Tramacúa’.
Mientras que las ciudadanas Shirly Naybeth Clavijo Alvarado y Deyci Lilibeth Nieves Villalobos fueron trasladadas a la Cárcel Judicial.
Así lo decidió el Juzgado Segundo Penal Municipal con función de Control de Garantías Ambulante en las audiencias preliminares que culminaron la noche del reciente martes.
No obstante, los procesados tienen una oportunidad para recuperar su libertad, puesto que su defensa interpuso un recurso de apelación. Es decir, que un juez de conocimiento en una próxima audiencia tendrá que valorar nuevamente la medida de aseguramiento intramural para confirmar o revocar la decisión en segunda instancia.
Uno de los que reprochó la medida fue el abogado Leonardo Daza, defensor del conductor Federico Gebauer Caña.
“Que violó el protocolo de seguridad, es lo único que tiene para inferencia razonable la Fiscalía para decir que mi prohijado es coautor de los delitos endilgados. Son conjeturas”, dijo Daza.
Federico Gebauer Caña era el conductor del vehículo de valores que, junto con el jefe de tripulación, Pedro Ospino, y un guardia se bajó a recoger un dinero en el almacén Éxito del Centro de la ciudad.
Según la Fiscalía, Federico tras que se bajó del vehículo, luego de recibir el dinero, se marchó enseguida al carro con Pedro Ospino sin esperar al guardia.
El ente como testigo tiene al guardia, quien declaró que sus compañeros no cumplieron el protocolo y se subieron enseguida al vehículo.
“Ellos tenían que esperarme y se fueron adelante, cuando llegué al carro, la puerta estaba entreabierta y al intentar subirme veo a mi compañero Pedro en el piso, me hace una seña con la mano como que ‘no nos vayas a hacer matar’”, dijo el fiscal al leer el relato del guardia.
Por eso, el guardia regresó al almacén y alertó a las autoridades que en una persecución dieron con el vehículo.
Los demás detenidos en el carro fueron Leandro Argüelles, quien era un conductor de la Brinks que estaba en descanso, su esposa Shirly Naybeth Clavijo, y la ciudadana Deyci Nieves.