Escenas dramáticas de dolor se vivieron en la mañana del 27 de junio en la parte externa de la morgue de medicina legal y ciencias forenses al hacer entrega de los restos mortales del profesor, Samir Ernesto Rincón Sánchez, de 36 años, su esposa Dilia Yuvelys Barrera Osorio, de 33 años y su hija Aida Lucía Rincón Barrera, de 7 meses de nacida, quienes perecieron en un accidente de tránsito registrado a la 1:00 de la tarde del pasado jueves 26 de junio frente a los predios de la hacienda Las Flores, localizada en el municipio de Codazzi, vía a San Diego.
Familiares, amigos y prestantes personalidades oriundas de Río de Oro, González y Aguachica entre otras poblaciones, se acercaron hasta medicina legal, para expresar su solidaridad con los dolientes, quienes no salían de su asombro por el nefasto accidente, de cuyos hechos manifiestan que el conductor de la tractomula, quien resultó ileso pese a que se incineró tras golpearse con varios árboles, habría invadido el carril del automóvil marca Chevrolet Sprint, donde viajaban dos adultos y cinco menores de edad.
Al volante iba el docente Samir Ernesto Rincón y como copiloto, Alinson Rincón Páez, de 14 años, quien fue la menos afectada de la fuerte colisión.
En el asiento trasero y detrás del conductor, viajaba la esposa del mismo con la bebé, hija de la pareja, quienes perecieron en el lugar de la tragedia vial.
Los otros ocupantes del automóvil: Calireseth Pérez Santana, de 13; Ana Catalina Rincón de 3 años y Sara Sofía Rincón, de 5 años, se encuentran en delicado de salud, pero estable en las Clínicas Médicos Limitada y Santa Isabel.
Venía a visitar a la mamá del conductor
Según los familiares de las víctimas fatales, el profesor Samir Ernesto, había salido a las 6:00 de la mañana desde Río de Oro con destino a Valledupar, para visitar a su progenitora, Alida Rincón, a quien habían intervenido quirúrgicamente por problemas intestinales. Eran esperados por algunos familiares en el barrio Don Carmelo y luego continuarían el viaje hacia Santa Marta, Magdalena, donde tenían pendiente reunirse con el padre de Aida Lucía Barrera, una de las víctimas.