PARIS (AP)
Miles de bomberos y rescatistas iban de casa en casa ayer en la devastada costa del Atlántico en Francia, donde buscaban víctimas y habitantes atrapados luego de una tormenta de vientos huracanados y lluvias que dejó 59 muertos en Europa occidental, 48 de ellos en suelo francés.
La tormenta Xynthia llegó a Francia en la madrugada del domingo, inundando puertos, destruyendo casas y dejando a cerca de un millón de hogares sin electricidad. También azotó Bélgica, Portugal, España y partes de Alemania y causó interrupciones a los viajes por tren y avión en todo el continente.
El presidente Nicolás Sarkozy recorrió ayer Vendee y Charente-Maritime, las zonas más afectadas y prometió cuatro millones de dólares en asistencia.
El saldo de muertos en Francia subió a 48 y el ministro del Interior Brice Hortefeux dijo a la radio France-Info que “sin duda” aumentará. Además, había 11 fallecidos en otros países: seis en Alemania, incluido un niño de dos años que se ahogó luego que el viento lo arrojó a un río, tres en España, una en Bélgica y una en Portugal.
Nueve personas estaban desaparecidas en Francia y decenas más resultaron heridas, dijo el vocero de los servicios de emergencia, teniente coronel Patrick Vailli.
Los ferrocarriles franceses sufrieron grandes demoras y el lunes aún había vuelos cancelados en el aeropuerto alemán de Francfort, uno de los puntos de conexión más importantes de Europa.
Durante su visita, Sarkozy dijo a las autoridades locales que declararía oficialmente una zona de desastre natural, lo que encauzaría rápidamente los fondos de recuperación.
El presidente sobrevoló áreas inundadas y se reunió con residentes de la población de L’Aiguillon-sur-Mer, donde las murallas costeras se derrumbaron y el mar inundó algunas casas hasta el techo.
Gran parte de las víctimas en Francia se ahogaron, mientras que otras murieron al ser golpeadas por trozos de edificios o árboles y ramas derribados por el viento.
En las islas Azores de Portugal, una inundación repentina barrió un autobús escolar de un camino en Sao Miguel y el conductor y un niño estaban desaparecidos. El archipiélago está en el Atlántico, a 1.450 kilómetros al oeste de Portugal continental.