El científico Greg Skomal vivió una situación sumamente terrorífica mientras buscaba un tiburón blanco cerca de Cabo Cod, en el estado de Massachusetts, en los Estados Unidos. Mientras el investigador intentaba ver algún ejemplar desde una plataforma colocada en un navío para tal fin, un tiburón salió del agua hacia él intentando apresarlo. Sólo la base de la plataforma impidió que fuese víctima del enorme escualo.
Según ha declarado el experto que aparece en el vídeo en un estado entre asombro y susto “no es un comportamiento típico en los escualos” . “¿Lo han visto? Vino directamente y abrió su boca justo a mis pies“, exclama el científico.
Durante el ataque, las fauces del tiburón blanco se abren hasta tal punto que la forma de la cabeza se deforma pues la mandíbula se proyecta, y se cierran luego con una fuerza 300 veces superior a la de una mandíbula humana (12-24 toneladas).
El tiburón blanco vive sobre las zonas de plataforma continental, cerca de las costas, donde el agua es menos profunda. Es en estas zonas donde la abundancia de luz y corrientes marinas genera una mayor concentración de vida animal, lo que para esta especie equivale a una mayor cantidad de alimento. Sin embargo, están ausentes de los fríos océanos ártico y antártico, a pesar de su gran abundancia en plancton, peces y mamíferos marinos. Los tiburones blancos tienen un avanzado metabolismo que les permite mantenerse más calientes que el agua que les rodea, pero no lo suficiente como para poblar estas zonas extremas.
La longitud más frecuente entre los tiburones blancos adultos es de 5 a 7,5 m (siendo los machos menores que las hembras), aunque se han citado casos de individuos excepcionales que rebasaban ampliamente esas medidas.
Greg Skomal, que trabaja en Atlantic White Shark Conservancy, salió en busca de tiburones blancos con una cámara sumergible después de que varios vecinos alertaran de la presencia de diferentes escualos en la zona.