Tertulia en Valledupar debate su futuro económico y cultural: “¿De qué vamos a vivir los vallenatos?”

En una tertulia realizada este viernes 14 de febrero en el Centro Comercial Guatapurí de Valledupar, pensadores cesarenses se congregaron para analizar las problemáticas más apremiantes de la región y vislumbrar posibles futuros para la ciudad y sus habitantes, a partir de la ponencia ‘la dotación cultural y ambiental de Valledupar para asegurar el bienestar social y el atractivo turístico’, coordinada por el director de EL PILÓN, Juan Carlos Quintero Castro.

El encuentro, moderado por Juan Carlos Cáceres, buscó generar un espacio de diálogo constructivo donde se priorizara el aporte individual en pro del desarrollo colectivo. La pregunta central que guió la discusión fue: “¿De qué vamos a vivir?”, una interrogante que resuena con fuerza ante la disminución de la actividad minera y la necesidad de encontrar nuevos motores económicos, repetida por todos los asistentes e iniciada por Juan Carlos Quintero.

“Hacia atrás, miren ustedes el caso del terminal de transporte. Ustedes aún van al terminal de transporte y ven una obra importante. Y fue tal vez la terminal de transporte más importante, más grande, más funcional en su momento de la costa Caribe, superior incluso al de Barranquilla. Pues bien, Valledupar ya empezaba a hacer cosas excepcionales y cosas importantes”, aportó Quintero.

El declive de la minería y la búsqueda de alternativas

Uno de los puntos de partida del debate fue el impacto de la reducción de la explotación minera, especialmente tras la salida de Prodeco. Esta situación plantea un desafío mayúsculo para la región, que durante años dependió en gran medida de los ingresos generados por esta industria. Como señaló uno de los participantes, “la capacidad de los municipios y la gobernación, si no tienen esos recursos en el futuro y no van a tener cómo sustituirlos, va a ser el gran desafío de Valledupar y de nuestra región”.

Se planteó a Valledupar como una ciudad que se desarrolló por la cercanía con las mineras, más allá de otras ciudades capitales en departamentos como Magdalena y La Guajira, si bien la agricultura y la ganadería tuvieron su apogeo, las actividades mineras le dieron un impulso económico mayor.

Ante este panorama, se exploraron diversas alternativas para diversificar la economía local hoy. Se destacó la importancia de aprovechar los recursos naturales de manera sostenible, apostando por un “turismo ambiental regenerativo” que considere la preservación del entorno. Asimismo, se resaltó el potencial de la cultura como elemento diferenciador de Valledupar, impulsando el turismo cultural a través de la formación de la gente y la creación de eventos que atraigan visitantes nacionales e internacionales.

La cultura como eje transformador

La riqueza cultural de Valledupar, especialmente su tradición musical, fue uno de los aspectos más destacados durante la tertulia. Se reconoció que la ciudad posee una “cultura particular que se ha ganado, principalmente a través de la música”, y que esta puede ser un factor clave para atraer turismo y generar desarrollo económico. En este sentido, se planteó la necesidad de fortalecer la formación en áreas culturales y turísticas, así como de crear una infraestructura adecuada para albergar eventos de gran magnitud.

Las intervenciones estuvieron a la altura de Yarime Lobo y Marianne Sagbini quienes reconocieron el potencial cultural y turístico, sin embargo, la corrupción y la falta de lectura para las generaciones más jóvenes, hacen de la ciudad un futuro incierto para los herederos vallenatos. “Dos cosas fundamentales que también me llamaron la atención: pobreza multidimensional y la pobreza monetaria. En Valledupar no tenemos pobreza multidimensional porque se construye, pero sí tenemos detrimento patrimonial porque no se pone en funcionamiento. Nos hemos desacostumbrado a apoyarnos los unos a los otros”, intevino Lobo.

No obstante, se advirtió que el desarrollo cultural y turístico debe ir de la mano con la protección del medio ambiente. Se hizo hincapié en que los recursos naturales de la región son un activo invaluable que debe ser preservado para las futuras generaciones. “Si no hay una protección, una preservación ambiental, un turismo ambiental regenerativo, es decir, que tenga en consideración a la naturaleza, no podemos hacer un salto hacia el desarrollo”, se afirmó durante la discusión.

El legado del pasado y los desafíos del presente

Uno de los temas recurrentes fue la importancia de la participación ciudadana en la construcción del futuro de Valledupar. Se resaltó que “la ciudad la hacemos los ciudadanos, la sociedad civil”, y que los gobiernos deben sumarse a las iniciativas que surgen desde la comunidad. Se mencionaron ejemplos de proyectos impulsados por la sociedad civil, como la construcción de vías y la creación de universidades como la Universidad Nacional sede La Paz, que demuestran el poder de la acción colectiva.

Las tertulias en el Centro Comercial Guatapurí, que lleva realizándose desde hace aproximadamente 8 años, concluyó con un llamado a la acción y un compromiso renovado con el futuro de Valledupar. Los participantes coincidieron en la necesidad de trabajar juntos para identificar nuevas oportunidades de desarrollo, fortalecer la cultura local y proteger el medio ambiente. Además se instó a los vallenatos a “mirar más hacia qué damos nosotros para Valledupar, que más que el que recibimos de Valledupar”. 

Redacción EL PILÓN