La intensa búsqueda que por cielo y tierra se adelantó durante más de dos semanas para dar el paradero de Martín Camilo Martínez Ávila, de 9 años, término con el hallazgo de unos restos óseos en inmediaciones de la vía que de La Jagua de Ibirico conduce a la población conocida como La Sierra, que según las autoridades corresponden al menor desaparecido.
Así lo dio a conocer el coronel Juan Alberto Libreros, comandante Policía en el departamento del Cesar, tras la captura de tres hombres que serían los responsables de la desaparición y posterior asesinato del niño, por cuyo paradero las autoridades llegaron a ofrecer hasta 20 millones de pesos de recompensa.
Los sospechosos del macabro crimen son: Óscar Alfonso Ospino Bermúdez, de 18 años; Jader de Jesús Martínez Martínez, de 24 años y Anuar Fabián Suárez Madera, de 21, quienes fueron capturados en La Jagua de Ibirico y en el corregimiento de San Roque, jurisdicción de Curumaní.
Ayer, estos tres hombres fueron valorados en Medicina Legal y al cierre de esta edición no habían sido trasladados al Palacio de Justicia, donde ante un juez de control de garantías serían judicializados por secuestro, desaparición forzada y homicidio.
“Estas personas hace tres días estaban realizando una serie de llamadas a la madre del menor, donde manifestaban tener en su poder al niño Martín Camilo y para entregarlo exigían la suma de 20 millones de pesos”, indicó el coronel Libreros.
El operativo que permitió esclarecer parte de la misteriosa desaparición fue realizado el pasado martes por el Gaula, que les siguió la pista a los extorsionistas.
Los sujetos que llamaban a extorsionar a la madre del niño desaparecido, fueron citados a las afueras de La Jagua de Ibirico, donde les serían entregados cinco de los 20 millones de pesos que pedían, pero esto no era más que un anzuelo de las autoridades para capturarlos.
“Al indagarles sobre el sitio donde se encontraba el niño, uno de ellos señala una zona boscosa y manifiesta que allí estaba el menor; se procede llegar al sitio donde se encuentran unos restos óseos que podrían ser los de este niño”, expresó el oficial.
Las autoridades no han establecido qué habría llevado a uno de los capturados a matar al niño.
“Ellos exigían lo de la recompensa a sabiendas que el niño ya estaba muerto, engañando a la familia de que estaba vivo y que tenían las pruebas, incluso en algunas de las llamadas manifestaban pasar al niño para que hablara con los padres”, reveló el oficial.
Así las cosas, terminan los operativos de búsqueda que autoridades y comunidad en general iniciaron el pasado 20 de agosto, cuando Martín Camilo salió del colegio abordó un mototaxi y nunca regresó a casa.
Identificación por ADN
Debido al avanzado estado de descomposición en que fueron encontrados los restos óseos del menor, la Sijín de la Policía inicialmente los envió al Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses de Valledupar, donde luego de estudios serán enviados a Antropología Forense en Bogotá para su plena identificación mediante cotejo genético y además establecer las causas de la muerte.
Se repite la historia
Hace dos años, La Jagua de Ibirico vivió una tragedia muy similar a la registrada con Martín Camilo Martínez. En agosto de 2012, Keyla Johana Nieto, de 7 años, fue recogida en la Escuela Mixta Número 1, por un mototaxista, quien le habría dicho a la pequeña que su mamá le pidió que la recogiera para llevarla a casa en el barrio Brisas del Río.
La menor tenía tres días de estar desaparecida y la buscaban en diferentes sectores, hasta que el cuerpo de la pequeña fue hallado semidesnudo, con indicios de violación y en avanzado estado de descomposición, en inmediaciones de la vía que de La Jagua de Ibirico conduce a la población conocida como La Sierra.