Marlon Enrique Ceballos González tenía 30 años cuando extrañamente desapareció en San Diego, (Cesar), donde residía con su familia.
Ceballos González era oriundo de Santa Marta pero fue criado en el municipio cesarense por su mamá Sixta Tulia Ceballos González quien hoy siente parte de tranquilidad porque por fin dará cristiana sepultura al mayor de sus tres hijos.
Marlon Ceballos desapareció el 20 de octubre de 2012 cuando salió muy temprano de su residencia a trabajar como mototaxista y nunca más volvió.
Un mes y medio después, las autoridades capturaron en Santa Marta a Luis Gregorio Ramírez Maestre, un asesino en serie conocido en Colombia como ‘El Monstruo de Tenerife’, acusado de 20 homicidios aproximadamente, las víctimas eran mototaxistas que habían aparecido muertos y con señales de tortura, todos coincidían en la misma manera de ejecución entre 2011 y 2012 en cuatro departamentos, entre esos Cesar.
Con la aprehensión de Gregorio Ramírez, doña Sixta Ceballos presintió que su hijo había sido víctima de este desalmado hombre que contactaba a las víctimas en las calles de las ciudades a las que visitaba y contrataba por horas el servicio de mototaxismo.
Tras ganarse la confianza de sus víctimas, les pedía que los transportara a zonas despobladas y allí, al parecer, sometía al conductor con golpes en la cabeza. Horas después, los mototaxistas aparecían atados, en alejados sectores, sin sus documentos, ni motocicletas. Las torturas podían tardar minutos o días.
El 16 de abril de 2013 varios cazadores se toparon con una osamenta y prendas de vestir en la finca Los José, zona rural de San Diego, (Cesar).
La desaparición de Marlon había creado en el municipio sentimientos de solidaridad por la familia del mototaxista, es por eso que las personas que hallaron los restos acudieron donde Sixta y le indicaron que al parecer habían encontrado a su hijo.
“Era él porque en el sitio estaba su ropa, no era posible reconocerlo porque estaba en solo huesos pero yo estaba segura que era mi hijo”, manifestó Sixta Ceballos.
Una unidad de criminalística del CTI de la Fiscalía realizó la inspección técnica de cadáver y trasladó los restos hacia Medicina Legal en Valledupar que después envió la osamenta a Bogotá para el respectivo proceso de identificación.
Después de dos años y medio de sufrimiento, llanto y angustia, peritos de la entidad forense en la capital del Cesar, entregó la mañana de ayer a doña Sixta Ceballos los restos de su amado hijo, “Con las pruebas de ADN mías se dieron cuenta que sí era él, luego como eso está en cadena de custodia por la investigación ese proceso se tardó todo este tiempo pero ya hoy le doy gracias a Dios y a esos instrumentos que ha usado en la tierra para acompañarme y condolerse de mí”, dijo la madre quien junto a sus familiares trasladó hasta San Diego los restos de Marlon Ceballos para ser sepultado en el cementerio central del municipio.
Sixta Ceballos se compadeció de las familias vallenatas y de las otras en el resto del país que fueron víctimas del ‘Monstruo de Tenerife’, “Conozco de muchos casos de madres que llevan sufriendo mucho más tiempo que yo con los de mi hijo y hoy en día me siento bendecida por el Señor por devolverme a mi hijo como se lo pedía”.
Los restos de Marlon Ceballos González fueron sepultados la tarde de ayer en el Cementerio Central de San Diego, (Cesar).
Mohamed Osman Díaz
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