Un joven que gozaba del beneficio de casa por cárcel, debido a que estaba acusado del delito de porte, fabricación y tráfico de armas de fuego o municiones, fue recapturado por la Policía en el barrio Siete de Agosto de Valledupar, porque en el momento de hacerle un requerimiento le encontraron una escopeta calibre 16 de fabricación artesanal con un cartucho para la misma con la cual había encañonado a otras personas en medio de una parranda.
Ayer, en horas de la mañana, fue legalizada la recaptura de Luis Eduardo Rapelo Churio, a quien las autoridades judiciales le formularon e imputaron cargos, acusaciones que no aceptó, porque según él, la escopeta que portaba era un madero en forma de escopeta, pero con un cañón sin hueco, es decir, que no tenía cómo meterle cartuchos, ni tampoco se podía disparar.
Esta versión de Rapelo Churio sorprendió al Juez y a la misma Fiscalía, debido a que en el expediente reposan elementos probatorios, las fotografías del arma de fuego y el cartucho incautado.
Aunque el Juez, tiene la certeza del informe entregado por la Policía sobre el arma incautada, las pruebas balísticas y las fotografías de la misma, manifestó que si se comprueba la versión de Rapelo Churio, es un caso muy delicado en el que ve verían involucrados los agentes de la Policía que realizaron el procedimiento de captura, al presentar un arma diferente a la que podría portar el investigado.
Sin embargo, el Juez le dictó medida de aseguramiento en centro carcelario, tras perder el beneficio domiciliario al violar disposiciones del régimen penitenciario.
El recapturado rompió su silencio en la audiencia, para manifestar que el arma que está en las fotografías del expediente, no era la que él portaba. “Yo estaba borracho y unos amigos me pincharon la llanta de la bicicleta, razón por la cual me alteré y hubo fricciones con quienes estaban allí”, explicó.
Por Abdel Martínez Pérez
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