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Son los celos: feminicidios tienden al alza

En 2018 los casos de feminicidio aumentaron en el Cesar en relación al 2017. Autoridades aprietan la marcha para prevenir estos sucesos.

En la mañana del 15 de agosto del 2018, cuando la capital del Cesar era bañada por un torrencial aguacero, en una vivienda del barrio Las Cabañas de Valledupar se empezaba a descubrir una verdadera tragedia. Pasadas las 8:00 de la mañana, Carlos Núñez Iriarte, en compañía de otra persona, se asomó por la hendija de la ventana de una habitación y un lamentable escenario encontró: su hijo suspendido de un lazo en el cuello sin vida mientras que una mujer, cerca de él, yacía tendida sobre la cama aparentemente muerta.

Ombe si están muertos, fue lo que me dijo el compañero que trabaja en un taller de latonería y que me había hecho el favor de acompañarme para abrirme la ventana”, dijo conmocionado entonces Carlos Núñez, padre de José Alfredo Núñez Morales, quien fue hallado sin vida junto con el cuerpo de Liyibeth Ochoa Reyes, al interior de la vivienda localizada en la transversal 28B con número 20- 42.

Según la investigación, por cuestiones pasionales, ese día José Alfredo Núñez Morales aparentemente decidió acabar con la vida de su expareja Liyibeth Ochoa Reyes, asfixiándola para posteriormente suicidarse.

Las causas, según la información recogida, serían los celos de pareja, que se exteriorizaban en discusiones o desacuerdos que para la fecha los tenían separados sentimentalmente. “Ellos vivieron hace como año y medio, era madre de dos hijos que no eran de él y hace cuatro meses se habían separado por problemas de celos de pareja… aparentemente se portaba bien con ella pero estando solos la situación era diferente. Conocí que anteriormente había tenido problemas con otra mujer que tuvo y que maltrataba”, dijo Mercedes Reyes, madre de la mujer fallecida en conversaciones con EL PILÓN el día de los hechos.

Aunque en el momento, aparentemente la mujer no convivía con Núñez Morales, ese día salió desde su casa en el barrio Siete de Agosto donde vivía con la mamá, con la excusa de hacer unas diligencias, pero terminó encontrándose con la muerte, al encerrarse en la vivienda de la expareja, que según las indagaciones la asesinó y luego se suicidó.

Así como Liyibeth Ochoa Reyes, según la Fiscalía General de la Nación, siete mujeres perdieron la vida a manos de sus esposos o exmaridos en el departamento del Cesar en el 2018, una cifra bastante alta en comparación con el 2017 cuando se registraron tres feminicidios.

Durante el reciente año, de acuerdo a la Fiscalía, las muertes registradas como feminicidio ocurrieron en distintos municipios del departamento del Cesar, siendo los más recurrentes en La Jagua de Ibirico, Curumaní y Valledupar, que reportaron dos casos cada uno, mientras que Codazzi solo aportó un solo suceso.

Una realidad que contrasta con el año 2017 que solo presentó tres muertes por este delito, los cuales ocurrieron en Valledupar y El Paso; el primero con dos y el segundo con uno solo.

Los celos, las discusiones, la desilusión fueron algunas de las causas de las tragedias con rostros de mujer en el 2018, las cuales llevaban por nombres: Kelly Johana Córdoba Rojas, Luz Elena Revuelta Beleño, Angie Carrascal Torrado, Lilisbeth Sánchez Donado, Yuranis Enith Aguilar Charris, Inés Mónica González González y Liyibeth Ochoa Reyes.

Asimismo, en el 2017 las víctimas del feminicidio fueron: Sandry Marcela Ramírez Mendoza, asesinada en el corregimiento de Cuatro Vientos, El Paso; Nadina Beatriz Polo Granados y Clara Inés López Sarmiento, asesinadas en la capital del Cesar.

Aunque en el desarrollo del año anterior, según el Departamento de Policía Cesar, fueron en total 13 los asesinatos de mujeres cometidos por motivos pasionales en la región, “son unos aspectos particulares en la conducta del ser humano que determina que el episodio violento se pueda determinar como un feminicidio”.

Según el Código Penal Colombiano, en el artículo 104 A, el feminicidio se constituye cuando una persona le causa la muerte a otra por su condición de ser mujer, por motivo de su identidad de género o donde haya ocurrido unos antecedentes en cualquiera circunstancia.

De acuerdo a la fiscal Claudia Paola Fuentes Luz, adscrita a la Unidad de Vida de la Fiscalía, este delito en el Código Penal tiene características propias que lo convierten en uno de los delitos que más sanción penal tiene.

Básicamente es ese reiterado maltrato físico o psicológico a la mujer y obviamente el legislativo en aras de buscar esa protección, esa igualdad de género y ese maltrato al cual ha estado sumida por muchas décadas la mujer; con esta modificación que hace parte del Código Penal, busca controlar esas conductas irracionales e incontrolables de los seres humanos. Sobre todo de las parejas, esposos o en general de una persona que persiga a una mujer por su condición de mujer”, manifestó la fiscal.

La profesional en derecho que ejerce funciones como Fiscalía 16 seccional, explicó que uno de los puntos para determinar el feminicidio es el maltrato físico o psicológico continuo, al que es expuesta la víctima.

El maltrato no solo tiene que ser físico o que haya una continuidad, lo cual obviamente se constata con las anotaciones del sistema Spoa sobre esa persona investigada. Inicialmente esto comienza en las relaciones de pareja, con lesiones personales, violencia intrafamiliar, cuando hay una unión marital de hecho o una constitución legal de un matrimonio y obviamente se dan esas violaciones de maltrato físico y psicológico en la víctima”, agregó Fuentes Luz.

Precisamente, uno de esos puntos determinantes como la violencia intrafamiliar, es otro fenómeno que aumentó considerablemente, pasando de 70.806 casos en el territorio nacional en el año 2017 a 71.839 sucesos en el 2018, según informó el Instituto de Medicina Legal.

O SOLO OCURRE ENTRE PAREJAS

De acuerdo a las leyes del territorio nacional, el feminicidio no solamente ocurre entre parejas, puesto que, también se puede dar entre un familiar cercano o de una relación de convivencia de amistad o compañerismo con la víctima.

No necesariamente se tiene que dar entre el núcleo familiar. También se puede dar entre los compañeros de trabajo o aún sin conocerlo, por ejemplo cuando se ven los acosos, las personas que sin motivo ni razón le desagrada a una persona y empieza asimismo el desprestigio ya sea hablando mal de ella cuando la ve públicamente tratando de avergonzarla o maltratarla”, agregó la fiscal.

ES ALTAMENTE CASTIGADO

Este delito contra el género sexual es altamente castigado en el Código Penal Colombiano. Los posibles feminicidas podrían purgar una condena que parte de más de 20 hasta 41 años de prisión, si no es agravada, porque si lo fuera partiría de 41 a 50 años de prisión.

Con relación a las penas es importante socializarle a la comunidad la gravedad de este delito y las penas, teniendo en cuenta que por ley este delito no tiene rebajas o las que tiene son muy menores a las que hoy en día tienen los ciudadanos que han infringido otras leyes y que a través de preacuerdo o principio de oportunidad pueden llegar a obtener. En este caso en particular, la misma ley establece que no se puede alcanzar o alterar los elementos fácticos, esto quiere decir que los hechos que dieron materia de investigación al feminicidio o la muerte de la persona no se puede alterar para efectos de preacuerdo. Si a través de una pena de 30 años con preacuerdo puedes obtener hasta un 50% de descuento, en este caso particular de feminicidio el preacuerdo o rebaja a los que ellos se enfrentarían no sería del 50% sino del 25% por mandato. O sea que las penas son muy altas y la rebaja muy poca”, puntualizó Fuentes Luz.

CÓMO DETECTARLO

Una de las problemáticas según especialistas en psicología de este tipo de violencia de género, está relacionado con el tipo de relación de pareja que cimentan las personas a la hora de mantener una relación sentimental.

Toda mujer corre peligro al momento que el hombre comienza a agredirla físicamente o verbalmente, porque si un hombre viene con mucho resentimiento y enojo hacia su pareja y de repente entra en furia, después de esa emoción le puede ocasionar la muerte”, expresó la psicóloga clínica, magister en psiconeurosiquiatría y rehabilitación, María Eugenia Sarmiento.

La profesional en salud mental explicó además que una de las alertas tempranas para detectar una pareja propensa a la violencia está relacionada con querer controlar varios aspectos: el manejo del dinero de la compañera(o), la visita que realizan a los familiares, la privacidad, entre otros elementos, con tal de tener control absoluto de todo.

Hay hombres que se acostumbran a maltratar verbalmente a la pareja y eso va haciendo que la mujer sienta resentimiento, rabia, enojo, las constantes peleas, los celos hasta llegar a la violencia intrafamiliar. Un hombre efusivo, agresivo, que a toda hora vive enojado, que todo lo que hace su compañera le fastidia… puede llevar a la muerte”, concluyó la psicóloga, María Eugenia Sarmiento.

Los rostros de las tragedias en el 2018

Kelly Johana Córdoba Rojas:  La mujer fue asesinada a machetazos por su compañero sentimental, José Alfredo Cotes Rondón, en la madrugada del siete de octubre de 2018, al momento en que este se enteró que Kelly Johana Córdoba habría estado departiendo con su exnovio en una vía pública del municipio de La Jagua de Ibirico. La noche anterior había discutido con el marido y salió desde su lugar de residencia localizada en el barrio Simón Bolívar, encontrándose con el exnovio y familiares de este, siendo sorprendida posteriormente por la pareja que sin mediar palabra la agredió con un machete.

Lilisbeth Sánchez Donado: La ingeniera agroindustrial que ejercía como docente en el municipio de Curumaní, fue asesinada el 12 de noviembre de 2018 por su expareja, Antonio Mejía Castillo, quien al desplazarse en motocicleta la interceptó para ultimarla con arma de fuego en la calle 8 con carrera 14 del barrio Centro, cuando Lilisbeth Sánchez Donado salía de una peluquería. Pese a que la comunidad intentó auxiliar a la mujer, esta murió al instante por la gravedad de las lesiones que le dejaron los tres impactos de bala que le propinó la expareja.

Luz Elena Revuelta Beleño: El 16 de marzo de 2018 en el barrio El Bosque de La Jagua de Ibirico, fue asesinada Luz Elena Revuelta Beleño. Su esposo le propinó tres puñaladas en medio de una riña que sostenían. Aunque la víctima fue remitida de urgencias a un centro asistencial de la población, no pudo ser atendida porque llegó sin signos vitales por las heridas abiertas ocasionadas en el abdomen y el brazo izquierdo.

Yuranis Enith Aguilar Charris: La víctima fue asesinada el 6 de agosto de 2018 en la carrera 15 con número 13-42 del barrio Machiques de Codazzi. Yuranis Aguilar Charris, al parecer se encontraba al interior de una vivienda con un sujeto identificado como Luis Alfredo Sandoval Beltrán, alias ‘Usa’, con el que aparentemente tuvo relaciones sexuales y posteriormente la mató con arma blanca, cuando esta había salido de la vivienda. Según la investigación, ese día la mujer se encontraba departiendo en la plaza principal del pueblo cuando decidió marcharse a su lugar de residencia con el hombre que aparentemente la asesinó.

Angie Carrascal Torrado: El crimen ocurrió el 15 de julio de 2018 en Curumaní, cuando la estudiante de medicina de la Universidad Libre de Barranquilla, Angie Carrascal, decidió marcharse de donde se encontraba departiendo con unos amigos a conversar con el exnovio, Deiner Tarazona Quintero. Según la investigación, Tarazona se la llevó a una habitación para hablar con ella pero terminó asesinándola con arma de fuego y luego huyó en una motocicleta, en la cual, se estrelló y murió en la huida.

Inés Mónica González González: El hecho ocurrió el 10 de noviembre de 2018 en el barrio Villa Castro de Valledupar. Allí, según las autoridades, Inés Mónica González, natural de Venezuela, fue agredida por su pareja al interior de la vivienda donde residían. La mujer murió días después debido a los fuertes golpes que le propinó el marido, quien la dejó en medio de un charco de sangre, hecho que fue descubierto por una vecina, quien informó a la hija y colocó la denuncia. Inés Mónica fue remitida a un centro asistencial de la ciudad, donde murió días después por la gravedad de las heridas.

Marlleys Salinas / EL PILÓN

Categories: Judicial
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