Ante el juzgado Segundo Penal del Circuito con funciones de Conocimiento de Valledupar avanzó el juicio oral en contra de Marcela Herazo Rangel, acusada de presuntamente quitarle la vida a su hija recién nacida, en hechos ocurridos en el barrio Bello Horizonte de la capital cesarense.
En la diligencia realizada en la mañana de ayer en el Palacio de Justicia, la Fiscalía General de la Nación presentó tres testigos que estuvieron el día de los hechos, el 20 de agosto del año 2016, en aras de esclarecer la muerte del neonato que presentó laceraciones en el cuello.
A Herazo Rangel la señalan del delito de homicidio, cometido al parecer con arma blanca en contra de la menor que tenía ocho meses de gestación.
El primero en declarar fue el médico encargado de la valoración preliminar de la sindicada, el cual manifestó que durante la inspección a esta no le pudieron identificar si el nacimiento de la criatura se debió a un aborto inducido.
“La paciente llegó en compañía de la policía, y manifestó que en días anteriores había tenido dolores de contracción y que ese día los dolores fueron fuertes y tuvo un parto en el inodoro. En la revisión no se encontró ningún tipo de medicamente registrado al menos vía vaginal, que indicara si el parto fue o no provocado”, manifestó el médico.
La declaración inicial de la enjuiciada ante las autoridades al ser capturada fue que la muerte del bebe obedeció a un aborto y no aún homicidio.
De igual forma, en la declaración juramentada por el policía de turno que atendió al llamado de emergencia, informó que al llegar a la residencia localizada en manzana 12 con casa 6 del popular sector, Herazo Rangel se encontraba en estado nervioso y no expresó nada sobre el cuerpo que habían encontrado en el patio de la vivienda.
Finalmente, en la última declaratoria el perito encargado de la inspección técnica al cadáver, manifestó que realizaron el procedimiento respectivo encontrando que el cuerpo del menor estaba tirado en el patio, envuelto en una sábana y costales blancos, que presentaba heridas abiertas en el cuello ocasionada por arma blanca. “Se ingresó a un baño cercano al patio y se halló un arma corto punzante correspondiente a un machete, que presentaba manchas al parecer de sangre, todas las pruebas fueron dejadas en almacén de custodia”, puntualizó el tercer testigo que labora en la Policía Nacional.
Mientras avanza el proceso judicial, Herazo permanece privada de la libertad en un centro carcelario de la capital del Cesar.
Por Marllelys Salinas / EL PILÓN
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