El senador electo por el Partido Alianza Verde, Antonio Sanguino presentó una queja disciplinaria ante la Procuraduría General de la República contra alcalde de Valledupar, Augusto Ramírez Uhía, por haber quitado el mural realizado por el maestro Germán Piedrahíta en la pared del Concejo Municipal.
“No se puede destruir de un tajo la obra del maestro Piedrahita, con las consecuencias lamentables para la ciudad, deteriorando en materia grave el patrimonio cultural de Valledupar”, expresó Sanguino.
Según el senador electo, el alcalde y el encargado de cultura que son los responsables de mantener el patrimonio cultural de la ciudad y “no actuaron con arreglo a las leyes, vulnerando entre otras, la Carta Política, en su Artículo séptimo al no proteger la diversidad cultural; el octavo por no proteger las riquezas culturales y 72, por cuanto el patrimonio cultural de la Nación está bajo la protección del Estado. El patrimonio arqueológico y otros bienes culturales que conforman la identidad nacional, pertenecen a la Nación y son inalienables, inembargables e imprescriptibles”.
De esta manera, el militante de Alianza Verde pidió al ente de control iniciar una indagación preliminar contra el mandatario y los servidores públicos que resulten comprometidos en el hecho.
Aseguró que con el hecho de quitar el mural, pintando la pared de blanco deteriora en materia grave el patrimonio cultural de la ciudad. “Si bien se ha dicho que la pared presentaba deterioro por el paso del tiempo y la falta de restauración, situación expresada por el Concejo, no era la intervención apropiada destruir de un tajo la obra del maestro, con las consecuencias lamentables para la ciudad”, dijo el congresista electo en el documento presentado ante el ente de control.
Denunció que se desconoció la Ley 397 de 1997, por la cual se dictan normas sobre patrimonio cultural, fomentos y estímulos a la cultura, “por cuanto al alcalde le corresponde garantizar el patrimonio. En consecuencia con el accionar del alcalde y demás autoridades que intervinieron en la decisión que condujo a desaparecer el mural, se transgredieron también las normas de carácter disciplinario como el artículo 34”.
Por esta situación la administración municipal ha sido fuertemente criticada y los artistas y gestores culturales presentaron públicamente un manifiesto donde expresan su rechazo a lo ocurrido, el cual contó con la firma de decenas de ciudadanos que consideran que la destrucción del mural Tierra de Dioses de Valledupar, fue un acto arbitrario.
El mandatario se mantiene en que la intervención se hizo bajo un argumento netamente técnico, para salvaguardar la integridad física de los trabajadores del Concejo de Valledupar, por el deterioro de la pared.
Andreina Banderas / EL PILÓN