Un licenciado en matemáticas e informática, oriundo de Valledupar y pensionado del magisterio del Cesar, se suicidó al parecer por delirio de persecución que venía sufriendo desde hacía más de dos años, fecha desde la cual sus familiares venían cuidándolo, pero en la madrugada de ayer jueves, los venció el sueño y él aprovechó para cumplir lo que tenía en mente, quitarse la vida.
Se trata de Jaime de Jesús Brito Mejía, de 47 años de edad, conocido cariñosamente como ‘Jimmy’, quien decidió poner fin a su vida colgándose del cuello con uno de las dos cuerdas que utilizaba para colgar su hamaca en la sala de la vivienda donde residía con sus padres, en la carrera 19 con calle 36 del barrio San Martín, en el sur de Valledupar.
“Él siempre venía durmiendo en una cama, pero últimamente se le dio por hacerlo en una hamaca, todas las noches se levantaba, abría la ventana y me decía: -Míralos allá van y me dijeron que me iban a matar y de hoy no pasa, hoy es el día en que me van a matar, ellos me están persiguiendo, esos manes me están persiguen-.
Me decía que a veces sentía voces, se sentaba en un rincón ensimismado casi sin hablar. Ayer (el miércoles) tenía una crisis muy alta, lo noté muy enojado, como a las 11:00 de la noche de este jueves, me dijo: -Me están hablando al oído y me dicen que me van a matar-.
Luego nos acostamos y estuvimos pendiente de él y lo dejamos acostado en la hamaca. En la madrugada se levantó una de las sobrinas y lo vio ya suspendido con del nylon en el cuello”, explicó su sobrina Estela Mendivil Alegría.
¿Quién era la víctima?
Jaime de Jesús Brito Mejía llevaba doce años de estar vinculado al magisterio y hace un poco más de dos años fue pensionado por las fuertes crisis psiquiátrica que tenía. Laboró en el colegio Luis Giraldo del corregimiento de Casacará, municipio de Codazzi, trabajó en varios colegios privados en Valledupar, estuvo bajo control médico psiquiátrico y sometido a tratamiento.
Según relataron los familiares, él decía que estaba muy estresado por su labor en el plantel educativo, que los alumnos lo tenían al borde de la muerte y cuando entraba en crisis desconocía a todos en casa.
En lo que va corrido de este año 18 personas se han suicidado en Valledupar, de las cuales 7 son mujeres, y en el Cesar la cifra se eleva a 38.
Por Abdel Martínez Pérez /EL PILÓN