Cuatro centros ceremoniales y una casa de las comunidades indígenas wiwa se quemaron durante la madrugada del miércoles, en zona rural del municipio de Dibulla, La Guajira, exactamente en la parte baja de la Sierra Nevada de Santa Marta.
Aunque las autoridades investigan los móviles, los wiwa consideran que la emergencia fue ocasionada deliberadamente por particulares. “Se trata manos criminales que le echaron fuego a las Ungumas y Ushuy, (nombres de las casas ceremoniales), incinerando todo lo que estaba a su paso, estos casos han sido frecuentes en el territorio ancestral, donde nos damos cuenta que estas personas han venido atentando cultural y físicamente contra el pueblo wiwa, creando un desequilibrio y atemorizando a la población. Se requiere apoyo de las entidades de control para mitigar este tema caótico que se está presentando en nuestras comunidades”, dijo la organización wiwa Yugumaiun Bunkuanarrua Tayrona.
Por fortuna, la emergencia fue controlada por el Cuerpo de Bomberos de Dibulla y solo dejó pérdidas materiales.
Este caso se registró a dos días de que también se incendiaran dos sitios sagrados de la comunidad indígena kankuama, localizada en el corregimiento de La Mina, jurisdicción de Valledupar. Al respecto, Olinda Maestre, cabilda indígena del territorio, también consideró que el incidente fue ocasionado.
La Defensoría del Pueblo, por su parte, se trasladó a la comunidad del corregimiento, para escuchar las inquietudes y pedir que se implementen de manera efectiva las recomendaciones contenidas en la Alerta Temprana de Inminencia 026 de 2021.
“Acompañamos al pueblo Kankuamo ante las recientes vulneraciones de derechos de las que fue víctima la comunidad. Dos de sus casas ceremoniales fueron arrasadas por las llamas. Rechazamos estos hechos y reiteramos el llamado a las instituciones del Estado colombiano para que adelanten las investigaciones y se garantice a esta comunidad su derecho a la seguridad y a la integridad cultural”, comunicó la Defensoría.
Los centros ceremoniales son el espacio donde los indígenas practican sus rituales, la reflexión y demás actividades sagradas, de ahí la importancia de mantenerlos entre sus comunidades.