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Se despidieron para siempre

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Sería una simple coincidencia de despedida de este mundo, pero tanto la contadora Jackelin María Bonet Morón, de 45 años funcionaria de la Universidad Popular del Cesar, nacida en La Paz, y Edwin Guerra Miranda, de 38 años, oriundo de Valledupar, victimas del siniestro vial en el municipio de Bosconia, Cesar, habían asistido a la celebración de cumpleaños de una hermana y de su progenitora, respectivamente, según explicaron sus familiares.

Aún sin reponerse del dolor que los embargaba, los familiares de ambas víctimas, no podían darle credibilidad a lo sucedido. El dolor se confundía entre    lágrimas, sollozos y abrazos entre familiares y amigos tanto en la morgue de medicina legal, como en una de las salas de una Funeraria en Valledupar, donde aún permanecían los cuerpos sin vida; el de la contadora que fue sepultado la tarde de ayer en el Cementerio Jardines del Ecce Homo y el del conductor, que será conducido hasta su última morada en el transcurso del día.

 

En el cumpleaños de su hermana 

Familiares de la contadora, Jackeline María Bonet Morón, indicaron que ella había viajado el sábado anterior a Barranquilla junto con sus hijas María Mercedes y Laura Marcela, para acompañar a su hermana a la celebración de su cumpleaños, donde ella estuvo muy contenta y animada. El viaje de regreso a Valledupar en la mañana del pasado martes, fue fatídico, una hora antes de llegar a su destino, el autobús de la empresa Costa Line, de placas UWR-949, colisionó de frente contra el tráiler de una tractomula transportadora de carbón, cuando al parecer el conductor del primer automotor, trató de esquivar a un bicitaxi.

Yackelin María, viajaba en el puesto número tres y su hija Laura Marcela en el cuatro, sillas ubicadas detrás del conductor del bus, quienes fueron los que mayor impacto por la colisión de los vehículos, en tanto que su otra hija María Mercedes, viajaba en el puesto número 11.

Laura Marcela sobrevive en UCI de una de las clínicas de Valledupar, a raíz de las graves lesiones que recibió en su cuerpo y según sus familiares, madre e hija viajaban dormidas al momento del violento impacto que sufrieron con la estructura metálica que separa al conductor. Allí quedaron aprisionadas.

Jackelin María,  era separada, residía en el barrio Los Cortijos de Valledupar junto a sus dos hijas, llevaba 11 años de trabajar en el área de presupuesto en la UPC, como asistente de contabilidad, debía reintegrarse a su trabajo hoy jueves, cuando ingresan todos los funcionarios administrativos, razón por la cual debió regresar la mañana del pasado martes desde la capital del Atlántico.

Pese a la gravedad de las heridas y traumas que recibió en la cabeza, sobrevivió varios minutos y falleció cuando recibía atención médica en el hospital ‘San Juan Bosco’, del municipio de Bosconia, Cesar. En la misma sala de urgencias del centro asistencial se encontró con sus dos hijas, una de ellas con lesiones graves.

Como nunca, le puso serenata a su mamá

Con sus ojos inundados de lágrimas que le recorrían por sus mejillas, Heriberto Rafael Guerra Daza, progenitor de Edwin Guerra, conductor del autobús, narró a EL PILÓN, pormenores de lo sucedido a su hijo horas antes de accidentarse en Bosconia, y señaló que pasada las 12:00 de la noche del pasado martes, antes de partir para Barranquilla, llegó a ponerle una serenata a su mamá, Magalys Miranda, quien se encontraba de cumpleaños. “Parece que se hubiera despedido, porque él nunca había tenido ese detalle con ella, ni con ninguno de nosotros. Todos en mi casa nos sorprendimos esa noche, cuando en medio de la alegría le dedicó varias canciones a su mamá, quien lloró al recibir ese detalle de su hijo”, dijo Heriberto Guerra quien sostuvo que una vez terminó con la serenata, Edwin se acostó y horas después se fue para la terminal de transportes con el fin de  conducir el autobús hacia Barranquilla y regresar posteriormente a Valledupar.

“Mi hijo, era un conductor experimentado, con muchos años de viaje en carreteras de la Región Caribe, había ofrecido sus servicios en varias empresas y no había sufrido un accidente de tales magnitudes. La verdad, no sé que le pudo haber pasado, pero de lo que sí estoy seguro, es que era un buen conductor y así lo reconocen sus compañeros de trabajo”, dijo su progenitor.

“Una excelente funcionaria”

El rector de la Universidad Popular del Cesar, Jesualdo Hernández Mieles destacó las calidades humanas de Jackelin María Bonet, a quien calificó como una excelente funcionaria entregada a su trabajo. “Hemos perdido a una gran mujer, es una pérdida irreparable y nos ha dejado un gran vacío. Nos ha causado un profundo dolor y hago extensiva mi solidaridad con su familia”.

 

Categories: Judicial
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