Dos años fueron necesarios para que este joven que ingresó a las filas del frente 19 de las Farc aún siendo menor de edad comprendiera que el camino de las armas es duro y difícil.
“Pensé que al irme para la guerrilla, podría lograr dinero fácil y poder darme una buen vida, pero me equivoqué, lo único que encontré en este grupo armado fue maltrato y la prohibición de no ver a mi familia, es feo como somos maltratados por los comandantes, no le deseo esto a nadie”, reveló el desmovilizado en diálogo con una de las psicólogas de la Décima Brigada Blindada.
Según el comandante de la guarnición militar, general, Adelmo Fajardo Hernández, este guerrillero que ahora vuelve a la civilidad acogiéndose al Programa de Atención al Desmovilizado que ofrece el Gobierno Nacional, tendrá la oportunidad de reencontrarse con su familia y de un buen empleo, además, de capacitación en el área que escoja para estudiar.
El oficial hizo un llamado a todas aquellas personas que hacen parte de los grupos terroristas, para que de manera voluntaria se entreguen ante las tropas de la Décima Brigada Blindada que tiene 14 Batallones repartidos en los departamento de Cesar y La Guajira.
“Nuestros hombres están preparados para traerlos al reencuentro con la vida civil y abrirles un camino a la reconciliación con la sociedad”, aseguró Fajardo Hernández.