Le ‘colgaron micos’
En medio de una avalancha de críticas, el presidente Juan Manuel Santos retiró su apoyo a una reforma constitucional sobre el sistema de justicia descrita como un retroceso porque devuelve privilegios a los congresistas.
La reforma, que fue aprobada el 20 de junio tras más de un año y medio de discusiones, fue defendida inicialmente por el gobierno como un intento para que los ciudadanos tuvieran un acceso más fácil a la justicia, creando por ejemplo tribunales en al menos 10% de los más de 1.000 municipios colombianos que carecen de ellos.
Pero al conocerse el texto final aprobado, constitucionalistas y medios de comunicación destacaron que también se hicieron modificaciones como quitarle a la Fiscalía General la competencia para llevar las investigaciones sobre ministros, magistrados de tribunal, embajadores, gobernadores, generales y almirantes, entre otros funcionarios con fuero.
Con los cambios sería una nueva Sala, aún por crear, de la Corte Suprema la que llevaría esas investigaciones y de inmediato unas 1.500 investigaciones de la Fiscalía quedarían paralizadas, dijo Santos.
“El gobierno ha detectado que se introdujeron (en el Congreso) unos cambios que en nada favorecen a la justicia y la transparencia… ¡Esto es inaceptable para el país y para el gobierno!”, dijo el mandatario en un mensaje radiotelevisado al país al filo de la medianoche desde la Casa de Gobierno.
Por eso y “como presidente de todos los colombianos, obrando en conciencia, tengo el deber de impedir que esto prospere. No vamos a dejar que, por aprobar una reforma que queríamos para descongestionar la justicia y hacerla más cercana al ciudadano, terminemos haciéndole el juego a quienes quieren escapar de ella”, agregó.
Las críticas
Más allá de los tecnicismos legislativos y judiciales, las críticas se han centrado en por qué el gobierno le dio su visto bueno a este tipo de reformas o, si no supo de ellas, cómo permitió que un Congreso donde tiene la mayoría de los 102 senadores y 166 Representantes a la Cámara aprobara lo que ahora critica.
La controversia en los medios fue además la primera en la que el Presidente, que hasta ahora ha gozado de niveles de popularidad superiores al 60%, fue objeto de duros señalamientos. Los opositores, además, han comenzado a presionar por la renuncia del ministro de Justicia, Juan Carlos Esquerra.
“El presidente está mintiendo porque si no sabía lo que hacían sus bancadas y sus ministros ¿en manos de quién estamos?”, dijo el analista André Mejía, ex director del Observatorio de Política y Estrategia América Latina de la Universidad del Rosario.
Santos “sí sabía y lo hizo para complacer a los congresistas, para ganarse apoyos a futuro en la aprobación de otras leyes y su reelección” en los comicios generales de 2014, añadió Mejía en diálogo telefónico con The Associated Press.
El abogado penalista Jesús Albeiro Yepes, explicó, telefónicamente que según la reforma, la Fiscalía pierde la competencia para investigar a algunos funcionarios con fuero por lo que en adelante esos procesos los conocería “una sala de investigación que se crea… y que hace parte de la Corte Suprema de Justicia”.
Añadió que el gobierno habla ahora de los inconvenientes de la reforma “porque tiene vergüenza… de ser responsable y quiere mostrarse ajeno”.
La reforma “en realidad es para crear una instancia para juzgar a los aforados y mejorar el estatus de los magistrados” de las altas Cortes, quienes ahora tendrán períodos de 12 años en cambio de los ocho anteriores, sostuvo.